El secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Humberto Malfa, mostró en conferencia de prensa, la preocupación de las autoridades del clero argentino de cara a las elecciones presidenciales de octubre.

Al término de su 170ª reunión, los obispos de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina, encabezados por su presidente, monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe, hicieron público un documento en el que expresan algunas reflexiones sobre los próximo actos electorales que se efectuarán en el orden nacional, provincial y local a lo largo del año en curso.

El documento lleva por título «Las elecciones, exigencia de compromiso ciudadano», y agrega una frase del papa Francisco: «Ciudadanos responsables en el seno de un pueblo».

Destaca el documento: «Después de más de treinta años de vida democrática ininterrumpida y en vísperas del Bicentenario de la Independencia, este año 2015 está marcado por una serie de actos electorales en todos los niveles (nacional, provincial y municipal). En tal contexto -dijeron los obispos- nos parece oportuno compartir algunas reflexiones con nuestros hermanos argentinos».

En otro tramo del escrito pastoral se afirma que «el proceso electoral es una preciosa oportunidad para un debate cívico acerca del presente y del futuro que deseamos para la Argentina. Es necesario crecer en madurez para que un cambio de autoridades no signifique una crisis sino una alternativa normal de la vida democrática. Invitamos a los candidatos que intervengan en las campañas electorales para que ofrezcan sus propuestas, sin incurrir en agresiones. Que se traten con respeto y cordialidad por cuanto no son enemigos, sino adversarios circunstanciales que puedan continuar dialogando y trabajando juntos para el bien común, al día siguiente de la elección. No pedimos un imposible».

En el mismo sentido,  los miembros de la CEA, anclados en la Biblia sugieren «por sus frutos los reconocereis», y proponen:»Por la honestidad e integridad de las personas, tomando en cuenta su trayectoria, los valores vividos y no solamente declamados. La Argentina ha conocido gobernantes que no usaron la función pública como una ocasión para su enriquecimiento personal o el beneficio de sus amigos, sino como un verdadero servicio, aún a costa de su propio patrimonio».

A la vez que denunció: «Esta farandulización de la política resulta penosa, necesitamos proyectos, un horizonte que construya dignidad», enfatizó.

La convocatoria de la CEA tenía por objeto exponer las «orientaciones pastorales», es decir, «el espíritu con el cual la Iglesia quiere vivir su camino pastoral en Argentina» y que esencialmente pasa por reflejar y promover aquí lo que «el papa Francisco propone para la Iglesia Universal».

El vicario general Monseñor, Lic. Emilio Cardarelli, había adelantado a Conclusión, el 1 de mayo en la fiesta de San José Obrero acerca de los cuidados del buen cristiano y de su responsabilidad social que » deberíamos observar si ciertas proposiciones son solo promesas, y que trayectoria tiene quien las formula, y si han tenido vocación de servicio comprobable, entonces, por sus frutos ya los conocemos”.

El Episcopado sugirió trabajar sobre un acuerdo que permita establecer políticas de Estado «en temas importantes y permanentes», y señaló la superación de la pobreza extrema y la desnutrición infantil»

«La generación de empleo, el fortalecimiento de una educación inclusiva y de calidad, la lucha contra el narcotráfico y la trata, la reducción de la inflación que «erosiona gravemente los ingresos de los más pobres», señalaron los religiosos.

La entidad religiosa destacó además que la administración pública debe ser dotada «de un cuerpo profesional y permanente de funcionarios que ingresen y asciendan en atención al mérito y no a las afinidades ideológicas».