La Iglesia Católica celebra este viernes el Día de los Fieles Difuntos, fiesta que responde a una larga tradición de fe y que consiste en orar por aquellos que han acabado su vida terrenal y que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.

El Catecismo de la Iglesia Católica recuerda que los que mueren en gracia y amistad de Dios, pero no perfectamente purificados, pasan después de su muerte por un proceso de purificación para obtener la completa hermosura de su alma, recordó la agencia católica ACI Prensa.

La Iglesia llama «Purgatorio» a esa purificación y para hablar de que será como un fuego purificador, se basa en aquella frase de San Pablo que dice: «La obra de cada uno quedará al descubierto, el día en que pasen por fuego. Las obras que cada cual ha hecho se probarán en el fuego».

En tanto, la práctica de orar por los difuntos es sumamente antigua y así el libro 2º de los Macabeos en el Antiguo Testamento dice: «Mandó Juan Macabeo ofrecer sacrificios por los muertos para que quedaran libres de sus pecados».

Y siguiendo esta tradición, la Iglesia desde los primeros siglos ha tenido la costumbre de orar por los difuntos.

Al respecto, San Gregorio Magno afirmó: «Si Jesucristo dijo que hay faltas que no serán perdonadas ni en este mundo ni en el otro, es señal de que hay faltas que sí son perdonadas en el otro mundo.

Para que Dios perdone a los difuntos las faltas veniales que tenían sin perdonar en el momento de su muerte, para eso ofrecemos misas, oraciones y limosnas por su eterno descanso».

Estos actos de piedad son constantemente alentados por la Iglesia y los fieles concurren el 2 de noviembre a los cementerios a honrar a sus muertos.