La Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen del Episcopado argentino calificó hoy como «angustiante» a la situación de la comunidad wichí en el norte de la Argentina, tras la muerte de al menos siete niños a causa de desnutrición en Salta.

En un mensaje episcopal, la Iglesia se dirigió a la sociedad argentina en general y sostuvo: «Queremos invitarlos a mirar la realidad angustiante que viven los pueblos y comunidades originarias y también criollas de la región de nuestro Chaco Argentino, por la desnutrición y muerte de los niños, la falta de agua potable y otros flagelos».

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Con la firma de los obispos de Orán (Salta), Luis Scozzina, de Reconquista (Santa Fe), Juan José Chaparro, y de San Carlos de Bariloche (Río Negro), Ángel José Macin, el comunicado reconoció que la Comisión no puede «dar respuestas inmediatas a las urgencias sociales y sanitarias que viven muchas comunidades».

Pero que en cambio puede «asumir una actitud misericordiosa que nos libere de la indiferencia y del sensacionalismo mediático y nos haga solidarios con el sufrimiento de los más olvidados«.

«Una sociedad que no sabe cuidar de los niños y de los grupos más vulnerables corre serios riesgos de implosión y muerte. No podemos hipotecar nuestro futuro ni dejar que nos roben la esperanza, ya que no es posible morirse de hambre en la tierra bendita del pan», manifestaron los prelados.

Recomendaron finalmente «escuchar el clamor de las comunidades originarias, que nos interpela como Iglesia y como sociedad».