SáBADO, 30 DE NOV

La era digital de los hackers, crowdmasters, phreaks y trolls

Si bien la palabra "hacker" se asocia con actividades ilegales, no todos los hackers son delincuentes cibernéticos.

Por Hermes Lavallén

 

En la era digital en la que vivimos, es común escuchar términos como «crowdmasters», «phreaks», «hackers» y «trolls», pero ¿qué significan realmente estos términos?

Los «crowdmasters» son expertos en la manipulación de las redes sociales y otros medios en línea para influir en la opinión pública y obtener ganancias. Estos individuos utilizan técnicas de ingeniería social para engañar y persuadir a las personas a través de la manipulación de la información que ven en línea.

Los «crowdmasters» tienen habilidades para dirigir a grandes multitudes, como en manifestaciones o protestas. Son capaces de movilizar a las personas en línea, ya sea para fines políticos o sociales, y pueden usar técnicas de persuasión y coordinación para lograr su objetivo. Algunos los ven como líderes inspiradores, mientras que otros los consideran manipuladores y peligrosos.

 Un ejemplo de «crowdmaster» es el famoso caso de la manipulación de las elecciones presidenciales de EE. UU. (2016).  En este caso, los «crowdmasters» rusos utilizaron técnicas de ingeniería social para crear cuentas falsas en redes sociales y difundir desinformación sobre los candidatos. A través de la manipulación de los medios en línea, estos individuos fueron capaces de influir en la opinión pública y, potencialmente, cambiar el resultado de las elecciones.  Otro ejemplo de «crowdmaster» es la manipulación de los mercados de criptomonedas.  En este caso, los «crowdmasters» utilizan técnicas de ingeniería social para crear la ilusión de que una criptomoneda en particular es popular y valiosa. Al hacer que los inversores crean que hay una gran demanda por una criptomoneda específica, los «crowdmasters» pueden manipular el precio de la criptomoneda y obtener ganancias.

 Los «Phreaks» son un grupo de personas que se dedican a manipular y explorar sistemas de comunicaciones, especialmente las redes telefónicas, para encontrar formas de obtener servicios de forma gratuita o a bajo costo. Este término se originó en los años 60 y 70, cuando los entusiastas de la tecnología comenzaron a explorar las capacidades de las redes telefónicas.  Algunos de los primeros Phreaks famosos incluyen a John Draper, también conocido como «Captain Crunch», quien descubrió que un silbato que venía en una caja de cereal podía usarse para imitar el tono utilizado por los sistemas telefónicos para indicar una llamada gratuita. Otro Phreak famoso es Kevin Mitnick, quien en la década de 1980 se convirtió en uno de los hackers más buscados del mundo por su habilidad para penetrar en sistemas de seguridad.  Hoy en día, los Phreaks siguen existiendo, aunque se han adaptado a los nuevos sistemas de comunicaciones. Algunos se dedican a buscar vulnerabilidades en redes de VoIP (Voz sobre IP), mientras que otros se enfocan en encontrar formas de obtener acceso gratuito a servicios de televisión por cable o satelital. Si bien algunos Phreaks pueden ser considerados criminales, otros se dedican a buscar formas de mejorar la seguridad y la privacidad en las redes de comunicaciones.

Por otro lado, los «hackers» son personas con habilidades técnicas avanzadas que pueden penetrar en sistemas informáticos y de seguridad para obtener acceso no autorizado o para realizar modificaciones.  Si bien la palabra «hacker» se asocia con actividades ilegales, no todos los hackers son delincuentes cibernéticos. De hecho, hay diferentes tipos de hackers, algunos de ellos trabajan de manera ética y legal para mejorar la seguridad en línea.

Los hackers éticos son aquellos que utilizan sus habilidades para encontrar y corregir vulnerabilidades en sistemas y redes. Por ejemplo, un hacker ético puede ser contratado por una empresa para probar la seguridad de sus sistemas y encontrar debilidades antes de que los hackers malintencionados las exploren.  Por otro lado, los hackers malintencionados utilizan sus habilidades para acceder a sistemas y redes sin autorización, para robar información confidencial o dañar los sistemas. Un ejemplo conocido de este tipo de hacker son los «hacktivistas», que utilizan su conocimiento para promover un mensaje político o social, como el grupo Anonymous.  En cualquier caso, los hackers han demostrado ser una fuerza a tener en cuenta en el mundo digital, y sus habilidades pueden ser utilizadas tanto para el bien como para el mal. Por esta razón, es importante que las empresas y organizaciones tengan en cuenta la seguridad cibernética y trabajen con expertos en seguridad para proteger sus sistemas y redes.

Finalmente, los «trolls» son aquellos que disfrutan causando problemas en línea, a menudo mediante la publicación de comentarios incendiarios o provocadores en las redes sociales, foros y otros sitios web. Su objetivo es causar malestar y generar reacciones negativas en los demás. Aunque pueden ser molestos, algunos argumentan que los trolls también son un indicador de libertad de expresión en línea.

Esta forma de comportamiento se conoce como «trolling» y es un problema común en los foros, redes sociales y otras comunidades en línea.  Los trolls pueden utilizar diferentes técnicas para molestar a otros usuarios, como publicar comentarios ofensivos, crear discusiones inútiles, compartir información falsa o difamar a otros usuarios. Los trolls pueden actuar individualmente o en grupos organizados, y pueden tener diferentes motivaciones para su comportamiento, desde la búsqueda de atención hasta el acoso y el daño intencional.  Un ejemplo conocido de trolling es el «Gamergate», una campaña en línea que comenzó en 2014 en la que los trolls acosaron y amenazaron a mujeres en la industria de los videojuegos. Otro ejemplo son los trolls políticos que se dedican a difundir información falsa o a manipular la opinión pública en las redes sociales. Los trolls también pueden actuar de forma más benigna, como los que publican memes y bromas en línea, pero su comportamiento puede tener consecuencias negativas para otros usuarios y la comunidad en general.

 Aunque los términos «crowdmasters», «phreaks», «hackers» y «trolls» pueden ser utilizados de manera negativa, también hay personas que los consideran como figuras importantes en la sociedad y la tecnología modernas.

 Es importante ser consciente de la ciberdelincuencia porque es un problema global y, desafortunadamente, Argentina no es una excepción, incluye una variedad de delitos, como el robo de información personal o financiera, el phishing, la suplantación de identidad, el malware, el ransomware y el ciberacoso, entre otros.  El Gobierno Argentino, a través de la Agencia de Acceso a la Información Pública (AAIP), ha creado un portal de seguridad en línea para brindar información y consejos sobre cómo protegerse contra la ciberdelincuencia. La AAIP también ofrece asesoramiento sobre cómo reportar incidentes de ciberdelincuencia.  Hay que tomar medidas para protegerse contra la ciberdelincuencia, como mantener el software de seguridad actualizado, usar contraseñas seguras, evitar compartir información personal en línea y tener precaución al hacer clic en enlaces o descargar archivos adjuntos de fuentes desconocidas.

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