Por Gisela Gentile

En la provincia de Santa fe un poco más de 500 personas se encuentran en lista de espera de órganos y tejidos; en la misma situación, pero a nivel nacional, alrededor de unas 7000. Por lo cual resulta fundamental seguir hablando e informando sobre la importancia de ser donante de órganos y expresar dicha voluntad.

Desde el 3 de agosto de 2018 entró en vigencia la nueva Ley de Órganos, Tejidos y Células de Argentina, aprobada por unanimidad en ambas cámaras. La Ley 27.447 es la que regula las actividades relacionadas a la obtención y utilización de órganos, tejidos y células de origen humano en nuestro país. Si bien el proceso de donación debería considerarse un acto natural, a la sociedad aún le falta información y madurez para abordar este tema.

Conclusión dialogó con la subdirectora del Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos (CUDAIO), la Dra. Georgina Caggiano con el fin de echar más luz sobre un tema del que mucho se habla pero que poco se informa. «La ley establece que toda persona capaz, mayor de 18 años, es donante de órganos y tejidos excepto que se haya manifestado de manera negativa. Igualmente es necesario reforzar, que cuando uno aborda a una familia, no es lo mismo cuando en la misma se ha dialogado sobre la donación de órganos ya que de esa manera no se toma como una imposición la ley. Por ello, cuando existen charlas previas se toma la donación como un proceso natural dentro de la muerte».

Es necesario que la población pueda informarse mediante las páginas oficiales que son la del CUDAIO y la página del INCUCAI. En ambas existe la posibilidad de firmar el acta de testimonio de última voluntad de manera virtual o quien los desee puede hacerlo de forma presencial en ambos organismos.

Más allá de que existe una ley que nos hace a todos donantes es necesario seguir informando sobre la misma. «Igualmente, más allá de la ley puede expresarse esta posición positiva y afirmativa hacia la donación. Esto, en algunos casos, ayuda a las familias que se encuentran atravesadas por el dolor; teniendo en cuenta que el proceso de donación de tejidos y órganos debe hacerse de manera inmediata al fallecimiento para que los mismos sean viables», añadió.

Lamentablemente los mitos en torno a la donación muestran un amplio retroceso en esta temática. «Otros países se encuentran muchos más avanzados y estos mitos basados en la desinformación hacen que haya obstáculos a la hora de producirse el proceso. Hay muchas más posibilidades de necesitar un órgano para poder sobrevivir que de ser donante. Tienen que darse determinadas condiciones para llevar a cabo el proceso de donación».

En el tiempo que llevan trabajando con la familias donantes han podido fundamentar la importancia de esta acción. «Donar no solo hace bien al que recibe el órgano o tejido sino a la familia de la persona que decidió donarlos», concluyó.

Historia en primera persona

María Laura Moscato tiene 47 años y es trasplantada renal hace seis años y medio. Hoy puede contar su  historia y visibilizar la importancia de donar órganos. «Soy trasplantada renal hace varios años, estuve un año en diálisis peritoneal, lo hacía 10 horas por día en mi casa. Pero a pesar de eso siempre fue esperanzador llevar adelante este tiempo de espera, siempre con la idea de que mi familia pudiera entender  y querer la enfermedad como yo la había hecho durante tantos años».

Siempre preparó a su familia  para que en cualquier momento pudiera llegar ese gran día, «ese llamado que todos esperábamos llegó. Ese 25 de octubre lo viví con mucha alegría y una gran carga emocional por esa persona que tuvo la entereza de tomar esa decisión en vida y transmitírselo a su familia«, enfatizó.

Para culminar, María Laura realizó una reflexión final. «Muchas personas están esperando que la sociedad en general pueda decir sí a la donación porque donar está bien, donar hace bien. La donación no se trata de muerte, se trata de vida«.