Poco ruido en el segundo día del lockout agropecuario en las portadas de los medios argentinos. Lejos de ocupar las primeras planas y marcar la agenda del día, toda la atención se concentra en la crisis mundial desatada por la expansión del coronavirus, que ya afecta a casi todos los países del globo.
Incluso la segunda jornada del cese de actividades de las entidades del agro convocado por la Mesa de Enlace (CRA, la Sociedad Rural Argentina y Coninagro), ha cosechado algunas opiniones críticas por parte de productores no relacionados con la soja, entre ellos, el mercedeño arrocero José Antonio Aranda o el titular de la Federación Agraria, también integrante de la Mesa de Enlace, Pedro Peretti. Además de la Federación de Organizaciones Productoras de Alimentos (FOPAL) que este lunes manifestó su rechazo a la medida y llamó a seguir trabajando para bajar precios y reactivar el consumo.
Te puede interesar: Fracaso del cese de actividades de las entidades del agro: no tuvo la fuerza esperada
Según informaron medios como Infobae, Perfil y TN, el lunes se registró una importante actividad en los puertos de granos de Rosario y en el Mercado de Hacienda de Liniers, poniendo en evidencia cierta grieta entre quienes conforman «el campo».
Y a pesar de que este martes la actividad en Liniers cayó un 90%, la noticia perdió protagonismo y quedó en un segundo plano. El aumento de los contagios en el país, así como la caída de los mercados este lunes y su lenta recuperación este martes, fueron los responsables de ocupar los principales titulares.
En síntesis, la poca adhesión, las críticas dentro de sus propias filas y el poco apoyo de la sociedad en general, lleva a que la gran incógnita no se otra que la de cómo seguirá el lockout patronal.
Todas las expectativas están puestas en el inicio, este martes, de la Expoagro 2020, donde posiblemente se encontrarán funcionarios y productores y donde el diálogo podría fluir y quizás se vean posiciones más acordes al contexto de crisis global, que afecta particularmente a la Argentina por las propias dificultades que arrastra.
La medida de las entidades agropecuarias afecta la comercialización de granos con destino a industria y exportación, y de ganado vacuno para faena.
