La Cooperativa La Hoja, que integran 120 socios que antes fueron empleados y que desde 2015 han hecho un paradigma de empresa recuperada por sus trabajadores, pudo finalmente concretar la escritura, así superó un nuevo revés judicial impuesto por parte de los exdueños de la empresa y avanza en su preservación.   

«Hoy finalmente pudimos firmar la cesión de derechos y acciones del Banco Nación hacia la cooperativa. Pagamos la deuda que tenía la quiebra Martin y Cía al banco. Ya que la empresa que quebró nos había denunciado y nos había impedido escriturar. El juez penal de Primera Instancia y de Segunda Instancia ratificó que no había ningún inconveniente para que la compañía escriture. Finalmente pudimos escriturar lo que ya se terminó de pagar el año pasado», explicaron desde la cooperativa a Conclusión.

«Esto es importante para nosotros porque esta escritura nos va a permitir en un futuro poder comprar la empresa. Estuvimos mucho tiempo para poder firmar hoy. Esto no termina acá, va a seguir, pero fue un gran paso», manifestaron.

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Después de tomar por mano propia el destino de su fuente laboral, la organización yerbatera debió afontar el afán de los herederos que habían llevado a la firma a la quiebra en 2008 y que ahora forzaron a los trabajadores organizados a vérselas ante la Justicia como acusados de defraudación, vaciamiento, administración infiel y hasta sospecha de lavado de dinero.

Estas acciones impidieron por dos meses que la Cooperativa de Trabajo pudiera finalmente comprar la quiebra luego de haber cancelado las hipotecas que la familia Martin, cuando poseía la empresa, contrajo con el Banco Nación.

El juez penal Nicolás Foppiani derogó una medida cautelar de «no innovar» que el empresario Alberto Martin consiguió interponer a través del fiscal Mariano Ríos Artacho y la jueza Silvia Castelli. Con esa medida, la Cooperativa no pudo escriturar la cesión de derechos litigiosos por la que el BNA daba por concluidas las cuatro hipotecas que había librado sobre el campo de 2800 hectáreas en San Ignacio, Misiones, por un crédito que la empresa, cuando era Martin & Cía tomó, renegoció y nunca pagó.

“Defraudación calificada, vaciamiento de empresa y administración infiel”, fueron los cargos con los que el fiscal de Delitos Económicos tituló la denuncia que promovió Alberto Martin, exejecutivo de la firma Martin & Cía, fundada por el suizo Julio Martin en 1894, con yerbales en San Ignacio, Misiones, y oficinas y planta empacadora de mate cocido y té en saquitos en Zuviría al 7300, oeste de Rosario.

Los activos de la quiebra incluyen campos de yerba de 900 hectáreas dispersos en un total de 2600 hectáreas de selva.

La Hoja hoy participa del mercado nacional con 2 millones de toneladas de yerba empaquetada al mes, además de una importante porción del mercado de té y mate cocido en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. La dirigen 120 socios cooperativos que emplean, a su vez, a 400 personas de manera indirecta.