La cementera Holcim Argentina informó que a partir de la emergencia sanitaria y la consecuente medida de aislamiento social, preventivo y obligatorio dictada por el Gobierno Nacional para prevenir la propagación del COVID-19 mantiene suspendidas las operaciones de sus plantas.

Con posterioridad, el Gobierno Nacional otorgó a la compañía una excepción para que continúe con las operaciones mínimas en sus plantas ubicadas en las localidades de Malagueño (Córdoba), Puesto Viejo (Jujuy) y Las Heras (Mendoza), para desarrollar la actividad esencial en el marco de la normativa de emergencia vigente.

Desde entonces, la empresa no ha retomado sus operaciones habituales, sino que ha implementado un esquema productivo de dotación mínima y restringida a 1 turno de trabajo, cumpliendo las recomendaciones emitidas por la autoridad sanitaria en materia de prevención del COVID-19, con el fin de abastecer principalmente las obras públicas en ejecución y aquellas que se inicien a partir de la actual emergencia sanitaria.

De esta manera, la empresa desmintió al gremio (Asociación Obrera Minera Argentina), que a través de su secretario general de, Héctor Laplace, denunció que los directivos de la cementera Holcim S.A, de Córdoba procuran que «el establecimiento funcione al 100 por ciento, en ausencia del necesario resguardo de la salud de los trabajadores, lo que fue prohibido por decreto del gobierno nacional».

En una carta dirigida por el sindicalista a los empresarios del establecimiento industrial, el gremio rechazó de forma «rotunda y absoluta» que la patronal pretenda que los trabajadores realicen sus tareas con «la habitualidad que hoy es imposible de cumplir» ante la evolución y expansión de la pandemia de coronavirus que azota el mundo y el país.

«La AOMA y sus trabajadores no están dispuestos a exponerse a los peligros del virus para que Holcim recaude y comercialice cemento como si nada ocurriese. La intención de la empresa viola los DNU del presidente Alberto Fernández para enfrentar la pandemia», sostuvo la misiva dirigida a la directora de Recursos Humanos, Cecilia Glatstein.

El sindicalista rechazó la posibilidad de que la compañía -escudada en las normativas vigentes por la emergencia sanitaria- abuse de esa legislación en procura de «la continudad del negocio, aunque sin resguardar la salud de los trabajadores» de la planta.