Dos muertos, calles anegadas, ramas caídas, numerosos usuarios sin luz, carteles derrumbados, semáforos fuera de servicio y techos volados fueron algunas de las múltiples consecuencias del intenso temporal de lluvia, viento y granizo que azotó desde esta madrugada al área metropolitana de Buenos Aires.

Las víctimas fatales fueron identificadas como Alejandro Paul y Abel Ezequiel Apud, quienes murieron al entrar en contacto con una puerta de chapa electrificada en el patio de su casa, en el partido bonaerense de Tres de Febrero.

Los momentos más intensos del temporal se registraron alrededor de las 3:00 de la madrugada y poco después de las 6:30, cuando la lluvia dejó sin visibilidad a las calles y avenidas de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.

El Servicio Meteorológico Nacional informó a media mañana que en 24 horas cayeron sobre el área metropolitana 108 milímetros de agua, cuando las previsiones para toda la semana comprendida entre el 27 de abril y el 3 de mayo eran de 70 milímetros.

Pasadas las 3:30 se desplomó sobre cuatro casas un enorme cartel publicitario ubicado de cara a la avenida General Paz, cerca del cruce con avenida Mosconi, en el municipio de Tres de Febrero.

La virulencia del temporal -con ráfagas de viento superiores a los 100 km por hora- fue tal que se derrumbó parte de una escuela en El Palomar, cedió un muro del hospital neurosiquiátrico José Tiburcio Borda, voló el techo de una estación de servicio en Liniers, y se cayó una estructura sobre los autos en un garaje de Merlo, entre los numerosos lugares que sufieron daños.

Más de 100.000 usuarios de la empresa Edenor y unos 40.000 de Edesur se quedaron sin servicio eléctrico en la madrugada, según informó el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) en su página web.

Una intensa actividad eléctrica fue la característica visual de la tormenta, iluminando en forma intermitente el cielo mientras las calles lucían un aspecto de desolación y escaso movimiento.

Paralelamente se produjo una baja de la temperatura, aunque persistieron las condiciones de humedad ambiente que se vienen prolongando desde hace varios días en la región.

El temporal se sintió con intensidad en barrios de la zona norte de la Capital como Belgrano, Palermo y Núñez, donde cayeron árboles y ramas sobre autos estacionados.

Además, la acumulación de hojas en los sumideros taponó los desagües callejeros, por lo que numerosas arterias se vieron anegadas de vereda a vereda.

El mismo panorama se observaba en barrios del sur del Gran Buenos Aires (sectores de Lanús, Avellaneda, Quilmes y Lomas de Zamora, entre otros) y hasta en la mísmisima avenida 9 de Julio, donde el tramo entre la avenida Córdoba y la calle Viamonte, mano a Constitución, quedó convertido en una pileta.

En la zona oeste del conurbano, vecinos de Merlo -partido que se declaró en emergencia- sostuvieron que por la región pasó un tornado, aunque ello no fue confirmado por el Servicio Meteorológico.

Otras zonas del oeste del GBA como Castelar, Ituzaingó y Moreno también reportaron serios trastornos derivados de la tormenta, como así también en el Acceso Oeste, donde se registró un corte a la altura del hospital Posadas.

La actividad en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza tuvo que ser suspendida alrededor de las 6:00 y recién pudo reanudarse parcialmente a partir de las 9:00, pero con numerosas demoras y cancelaciones.

Un panorama similar se observaba en el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery, de donde se viralizaron imágenes con agua filtrándose y cayendo sobre los mostradores de embarque hasta inundar parte del hall.

Con el correr de las horas, las redes sociales se fueron poblando de imágenes de calles inundadas, árboles caídos sobre autos, y otras consecuencias del temporal.

Pese a los numerosos inconvenientes, el servicio de subterráneos comenzó a funcionar con normalidad en el horario habitual de los domingos, según informó Metrovías, aunque más tarde hubo interrupciones en las líneas B y C, como así también en el Premetro.

A media mañana, el Servicio Meteorológico Nacional renovó el alerta para el área metropolitana por lluvias y tormentas, con «abundante caída de agua en cortos períodos, fuerte actividad eléctrica, ráfagas y ocasional caída de granizo».

La situación mejoró al promediar la tarde, por lo que el SMN dispuso poco antes de las 16:00 el cese del alerta para la ciudad de Buenos Aires, Rio de la Plata exterior, centro-este de la provincia de Buenos Aires y el sudeste de Córdoba.

En cambio, lo mantuvo para el Norte de la provincia de Buenos Aires, Centro y norte de Córdoba, Sur de Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Rio de la Plata interior.

«La región es parcialmente afectada por áreas de lluvias y tormentas. Se espera que las mismas se extiendan al resto de la región a partir de la noche de hoy o madrugada del lunes 30, pudiendo ser algunas localmente fuertes, acompañadas por abundante caída de agua en cortos períodos, fuerte actividad eléctrica, ráfagas y ocasional caída de granizo», indicó en un parte.

La persistencia de la lluvia y el alerta sobre actividad eléctrica llevaron a que por la mañana se suspendiera el partido en La Plata entre Gimnasia y Esgrima y Boca, como así también el que debían disputar a la noche Racing y Arsenal, ambos por la Superliga.

En el territorio bonaerense, las áreas más afectadas fueron 25 de Mayo, Alberti, Brandsen, Carmen de Areco, Cañuelas, Chacabuco, Chascomus, Chivilcoy, Esteban Echeverría, Exaltación de la Cruz, Ezeiza, General Belgrano, General Las Heras, General Paz, General Rodríguez, Las Flores, Lezama, Lobos, Luján, Marcos Paz, Mercedes, Navarro, Pilar, Roque Pérez, San Andrés de Giles, San Miguel del Monte, Saladillo, San Antonio de Areco, San Vicente y Suipacha, además del conurbano.