Hay días mundiales de…todo…donde en cada rincón del globo celebran dichas fechas de acuerdo a su cultura. Hoy, 15 de agosto, no es la excepción y en el calendario esta mundialmente catalogado como el Día de la Relajación. Sí, eso.

A vos que estás en tu trabajo tomándote el tiempo de leer esta nota, o estudiando, o tratando de hacer magia para llegar a fin de mes, te proponemos: hacele caso a tu cuerpo y festejá este día. ¿Cómo? acá en esta nota te damos un par de tips para conmemorar la fecha siendo realistas y no diciendo que te tomes un avión a Bora Bora (si podés hacerlo no sigas leyendo y andá a sacar el pasaje). Antes que nada: frená tu reloj para inspirar y exhalar bien profundo. Ahora seguí.

Respirá: Buscá tu sitio preferido en casa, encendé una vela aromática, poné alguna música tranqui y practicá algún ejercicio de respiración. Este combo es perfecto para esos días en que el mundo parece no parar.

Desayuná rico: Si bien sabemos que la mayoría no se toma el tiempo adecuando para disfrutar la primera comida del día, hoy proponemos que sí lo hagas o que te pidas un buen menú para deleitarte en tu lugar de trabajo.

Hace yoga o meditación: Si tenés 20 minutos libres en tu día, dale paso a estas prácticas que te ayudarán a cuidar tu cuerpo y mente. Te vas a desconectar del exterior para conectarte con tu interior y vas a ver que luego de hacer estas disciplinas, parece que comienza un nuevo día (al final de la nota hay unos ejercicios de ejemplos).

Chau tecnología: Esta es la más difícil de cumplir. Quizá sos una persona que no tiene minutos libres pero la opción del yoga la pensás; en cambio esta opción te incomoda más. Es que consta en alejarte por una hora (mínimo) de todos los aparatos electrónicos; celulares, pc, tablets, Tv, etcétera. El mundo seguirá igual aunque vos no lo estés siguiendo por las redes por un rato.

Salí al sol: Hoy se puede, aprovechá. Tomate 15 minutos para que los rayos te doren la piel. Es fuente de energía y el contacto con la naturaleza siempre es un bien a la salud.

Masajes y baño relajante: Si te quedaron unos pesitos en la alcancía, date el gusto y pagá una sesión de masajes relajantes. Dale…vale la pena. Si es imposible, tomate una hora para meterte en la bañera, prendé unas velas y disfrutá del silencio. Si no tenés bañera, quedate abajo de la ducha por un buen rato y relajá los músculos de todo el cuerpo.

Dormí todo lo que puedas: Si bien para muchos relajarse es sinónimo de mirar series, hoy te proponemos que dejes la maratón para mañana y aproveches para dormir el tiempo que puedas. Cada minuto vale para reponer energías y encarar mejor el resto del día.

Y ahora, para los amateur que no tienen idea del yoga, te dejamos unos ejercicios para hacer en casa: