Por Marcelo Rodriguez

El día mundial contra la hepatitis se conmemora todos los 28 de julio. Esta fecha se eligió en honor del doctor Baruch Samuel Blumberg, nacido un día como hoy, ya que fue quien descubrió el virus de la hepatitis B y desarrolló la primera vacuna contra él.

Las hepatitis virales (un grupo de enfermedades infecciosas que comprende las hepatitis A, B, C, D y E) afectan a cientos de millones de personas del mundo entero. Estas enfermedades se pueden prevenir, pero la mayoría de las personas no sabe cómo.

TannoConclusión dialogó con el hepatólogo, profesor de medicina, jefe del Servicio de gastroenterología y Hepatología del Hospital Centenario, premiado como Médico Distinguido de la ciudad de Rosario Hugo Tanno, quien se prestó amablemente a responder algunas consultas.

¿Cómo ha evolucionado en los últimos años el tratamiento de la hepatitis?

El tratamiento de la hepatitis ha cambiado, y no es extraño. Recién en los últimos 30 años se han conocido los virus que afectan al hígado, que son el A, B y C. Antiguamente los médicos, cuando algo era desconocido y no se tenía la droga que curara la enfermedad, el recurso del médico era prohibir, de esa manera se hacían dietas estrictas, se lo limitaba al paciente en su actividad física, con la creencia que eso beneficiaba a la enfermedad.

Después, con los avances de la medicina se vio que de los cinco virus que agreden al hígado (A, B, C, D y E), ninguno de ellos tiene intencionalidad de destruir al órgano sino que, por el contrario, pretenden perdurar en él. Es así que se tienen tres diferentes categorías de la inteligencia viral:

  • El virus A, que diríamos es el menos inteligente, que no había conseguido vencer al sistema de defensas, y usualmente se curaba en el 99.99 por ciento de los casos, o por lo contrario evolucionaba a una hepatitis fulminante, que eran casos muy raros.
  • El virus B es mucho más inteligente, y había pergeñado una forma de perpetuarse a través de la transmisión de madre a hijo. Aprovechando que el hijo se encontraba en un período de depresión inmunológica lo contagiaba cuando recién nacía.
  • El virus C, por lejos el más inteligente, logró desarrollar en el tiempo una estrategia para quedarse a vivir en el ser humano que infectaba. Logrando hacerlo en el 85 por ciento de los casos.

El virus A infectaba materia fecal vía oral, contaminando alimentos, el virus B lo hacía por agujas, jeringas, sangre, contagio sexual, o lo mencionado antes, que es la vía materno fetal, y por último el virus C, que el contagio más importante era el de sangre con sangre o material contaminado.

El advenimiento de los estudios en bancos de sangre para transfusiones y el material descartable hizo que la hepatitis B quedara reducida al contagio sexual, y en el caso de la C quedara reducido fundamentalmente a drogadictos o contagios al azar en internaciones prolongadas por ejemplo.

Se fueron dando hechos que tienden a erradicar al virus, por ejemplo el virus A, que era la hepatitis que llamaban “benigna” ha quedado prácticamente desterrada desde que se instituyó la vacunación al año de vida, por lo cual puedo decir que los casos de ésta hepatitis en Argentina son muy raros y esporádicos. Podríamos aseverar que se ha ganado la batalla al virus A que termina siendo una especie en extinción.

Para el virus B existen vacunas, quiere decir que aquel individuo que está vacunado tiene la posibilidad de evitar la enfermedad. Debe vacunarse toda la población de riesgo, fundamentalmente en la actividad sexual y los sometidos a riesgo profesional, como médicos enfermeros y trabajadores de la salud en general. Por su parte, la hepatitis C no tiene vacunas.

La hepatitis A no tenía tratamiento, se curaba sola. La B, para aquel individuo que cronifica el virus, hoy día hay drogas que administradas producen prácticamente la negativización del virus en más del 99 por ciento de los casos. Estas drogas hacen que el virus permanezca en el organismo, pero dejando de ser infectivo, debido a que lo lleva a tan bajos valores que no infecta  y no hace daño. Es muy parecido al HIV.

El virus C, por el contrario, era el más inteligente y el más dañino, porque llevaba con frecuencia, al igual que la B, a la cirrosis, y al no haber vacunas, las drogas eran efectivas en menos de un cincuenta por ciento de los pacientes que cronificaban.

En los últimos cinco años se ha desarrollado una eficiencia terapéutica, en las cuales nuevas moléculas antivirales prácticamente logran una eficiencia sin efectos colaterales en el 97 a 98 por ciento de los casos. Lamentablemente esos combos antivirales no están todavía en el uso comercial de la Argentina, y esto hace que nosotros, a diferencia de Brasil o Chile que si disponen de esos fármacos, en la Argentina estamos esperando la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), para poder administrar los combos a los pacientes con hepatitis C, lo que es sorprendente y lamentable.

Todo esto un poco explica que era solo un mito que esta enfermedad se curaba entre dos sábanas y con dieta. Conociendo los virus, uno se puede dar cuenta que se pueden prevenir en dos de ellos y se pueden curar en prácticamente todos los casos. Pero (haciendo referencia a lo de la ANMAT) tenemos que esperar que se efectivice la aprobación de los combos antivirales que mencioné. Mientras tanto  en la Argentina se realizan tratamientos con inhibidores de proteasas que aumentaron la tasa de respuesta viral a un 70 por ciento.

¿Hay estadísticas poblacionales de la enfermedad?

Respecto de la cantidad de población que puede estar afectada por esta enfermedad, en Argentina las estadísticas en materia de salud no están vinculadas a una política de estado, razón por la cual los argentinos presumimos el nivel de infección a través de los estudios de bancos de sangre, pero no conocemos lo que ocurre, en especial en hepatitis C con la población abierta. Solo podemos suponer que el uno por ciento de la población está infectado, pero yo diría que esa no es una estadística seria.

¿A qué sector etario de la población afecta?

Respecto del sector etario de la población que puede estar más afectado, todos aquellos que han estado expuestos a transfusiones de sangre o que sean mayores de 40 años, que hayan sido expuestos a inyectables y material no descartable, tienen muchas más posibilidades de haberse infectado. Más aún si hablamos de drogadictos. Aquellos que recibieron antes del año 1991, transfusiones de sangre o plasma tienen mayor posibilidad de haber sido infectados.

¿La enfermedad afecta más a hombres o a mujeres?

Hay más hombres que mujeres enfermos que hepatitis crónica. Esto se debe a que la mujer tiene un mejor sistema inmune. Un ejemplo es la resolución espontanea en la hepatitis C, es decir aquel individuo que se infecta y logra desembarazase del virus, la mayor proporción son mujeres.

En estudios realizados en la revisión de nuestra casuística, sobre mujeres jóvenes que habían recibido sangre en el parto y se contagiaron, tenían una evolución más lenta y benigna de la enfermedad. Es decir que la mujer, por tener un mejor sistema inmunológico, elimina el virus de la hepatitis B y C más eficientemente que el hombre.

Ser mujer, joven, delgada y no alcohólica, es un índice muy favorable para la evolución de la enfermedad.

¿La obesidad es un factor negativo para enfrentar la enfermedad?

Particularmente hablando de las personas obesas frente  a esta enfermedad, podemos decir que se encuentran en una situación de desventaja. Hoy día se sabe que las enfermedades crónicas tienen peor evolución cuando se acompañan de lo que se denomina “síndrome metabólico”, que es la obesidad asociada a hipertensión, diabetes y alteración de las grasa en la sangre. En particular esto, en la hepatitis, hacen enfermedades de peor evolución. En el obeso hay mayor frecuencia de cáncer de hígado, como también del resto de los cánceres.

Campaña de concientización y vacunación en Rosario

Hoy se llevará a cabo en la ciudad la actividad central en la Plaza Montenegro (San Martín entre San Juan y San Luis) de 10 a 15, donde se montarán carpas especiales para realizar distintas actividades.

Sensibilización: reparto de volantes e información sobre Hepatitis a cargo de los voluntarios, alumnos de enfermería, personal de vacunación del Ministerio de Salud y la Secretaria de Salud Municipal.

Testeo gratuito: se ofrecerá detección Hepatitis B y C, VIH, VDRL (Sífilis)

Vacunación para Hepatitis B: iniciando o completando esquemas, con carga nominalizada en el Sistema de Información de los Centros de Atención Primaria (SICAP). Cabe aclarar que la vacunación para hepatitis B se realizará para mayores de 20 años quienes no tengan el esquema completo de vacunas.

Este evento se desarrollará en conjunto con la Secretaria de Salud Pública de Municipalidad de Rosario, el grupo hepatitis Rosario, CUDAIO, la Universidad Nacional de Rosario, el Servicio de Gastroenterología y Hepatología del Hospital Provincial del Centenario y la La Escuela Superior de Enfermería “Maria Elena Araya de Colombres”.