Treinta y seis años atrás, el 19 de marzo de 1982 comenzaron los hechos que desencadenaron la guerra de Malvinas, cuando un grupo de obreros civiles arribaron a Puerto Leith a bordo del transporte ARA Bahía Buen Suceso (B-6), izando la bandera argentina.

Algunos infantes de marina argentinos se habían infiltrado entre los obreros, presentándose como científicos civiles.

La «Operación Georgias» fue el nombre en código utilizado por las Fuerzas Armadas argentinas, durante ese período de la dictadura militar, para designar a las operaciones de recuperación de las islas Georgias del Sur al comienzo del conflicto bélico de 1982.

La recuperación de las Georgias del Sur tuvo lugar el 3 de abril de ese año cuando fuerzas navales argentinas tomaron el control de la isla Georgia del Sur (renombrada como isla San Pedro) después de rendir a un pequeño grupo de infantes de marina del Reino Unido en Grytviken.

En septiembre de 1979, el empresario argentino Constantino Davidoff, director de la empresa Georgia del Sur S.A. y especializado en negocios con chatarra, firmó un contrato con la empresa Christian Salvensen Co. de Edimburgo, por el cual adquirió el derecho a retirar los restos de las antiguas instalaciones balleneras abandonadas en los puertos: Leith, Stromness y Husvik, en las islas Georgias del Sur.

En 1981, Davidoff solicitó permiso al Ministerio de Relaciones Exteriores y a la Armada Argentina para contratar pasajes en las naves de transporte antártico.

En septiembre de 1981 la Armada concibió un plan para aprovechar el negocio de Davidoff en las Georgias del Sur y así establecer una base secreta en ese territorio.

El 29 de enero de 1981 comenzó el adiestramiento de los comandos y buzos designados, siendo su jefe el represor Alfredo Astiz, actualmente condenado por crímenes de lesa humanidad.

El 18 de marzo de 1982 el ARA Bahía Buen Suceso arribó a Puerto Leith desembarcando a los obreros de Davidoff y sus equipos, sin pasar por Grytviken como exigía el gobierno británico.

Un día más tarde, cuatro integrantes del British Antartic Survey (BAS) que se dirigían a bahía Carlita descubrieron al ARA Bahía Buen Suceso descargando equipos en Puerto Leith, con la bandera argentina flameando.

Se hallaban desembarcadas unas 100 personas y habían ocupado un refugio del BAS. Al enterarse, los británicos exigieron la remoción de la bandera argentina y el reembarque de los obreros.

El comandante del ARA Bahía Buen Suceso respondió que la misión tenía la aprobación de la embajada británica en Buenos Aires y ordenó arriar la bandera, pero no se presentó en Grytviken como exigían los británicos.