La primera vez que Manuel Belgrano llegó al territorio que hoy conocemos como Rosario fue en 1810, poco tiempo después de la Revolución de Mayo, como un territorio que encontró de paso en el camino a Paraguay.

Tras conocer esa aldea, clave para obtener provisiones, regresaría a aquel territorio en 1811, 1812 y 1819, siendo sin dudas la penúltima la más importante de todas sus visitas, marcando una gesta clave en la historia argentina.

En su regreso del 7 de febrero de 1812, Belgrano cruzaba con sus tropas el arroyo Saladillo y llegaba al lugar conocido entonces como Pago de los Arroyos, delimitados por aquel y por el Ludueña, que poseía para entonces unos 600 habitantes.

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Allí permanecería varias semanas, en las que el coronel, además de concluir la construcción de dos baterías de cañones con la ayuda de los vecinos, crearía la enseña patria, izando por primera vez la bandera celeste y blanca el 27 de febrero de 1812, luego de conseguir la aprobación del Triunvirato para la creación y el uso de la primera escarapela nacional con esos colores.

En su arribo a Pago de los Arroyos, lugar entonces de quince manzanas y ubicación estratégica, Manuel Belgrano llegó a la Capilla de Nuestra Señora del Rosario con sus tropas en formación de combate, con banderas desplegadas enseñando la Cruz de San Andrés (símbolo de la monarquía hispana), siendo recibido por el alcalde Alejo Grandoli, el comandante de milicias Pedro Moreno, el coronel Ángel Monasterio y otros destacados vecinos.

Previamente, para su llegada, cruzó en carreta la cañada formada por aguas de lluvia. Era plena época de las guerras de la Independencia, Belgrano, por entonces jefe del Regimiento de Patricios, había sido designado para vigilar las costas del Paraná a fin de evitar invasiones realistas, para lo que se crearon las mencionadas unidades de defensa, la batería “Libertad” (construida donde hoy está emplazado el Monumento Nacional a la Bandera) y la “Independencia” (cruzando el río, en la Isla del Espinillo).

En la batería “Libertad” sería precisamente donde el 27 izaría por primera vez la bandera nacional. La misma fue confeccionada por María Catalina Echevarría, esposa de Juan Manuel Vidal, en el hogar que ambos tenían en lo que hoy se conoce como Córdoba y Juan Manuel de Rosas, donde fue alojado Belgrano en sus visitas.