El ministro de Economía, Martín Guzmán, destacó la función del Estado como generador de igualdad de oportunidades para los argentinos, y puso en un mismo plano económico a la dictadura de 1976, la década del 90’, y al gobierno de Mauricio Macri.

El titular del Palacio de Hacienda participó de una de las actividades de cierre del encuentro de juventudes que se viene desarrollando esta semana en Tecnópolis.

El objetivo del Gobierno es «tranquilizar la economía» y que para eso tiene que «resolver ciertas cuestiones», como «poder tener las políticas públicas y que la actividad privada cuente con los recursos necesarios», dijo Guzmán.

«Para que eso se haga realidad hace falta que tengamos las condiciones de acceso a educación, salud y trabajo, y para eso es fundamental el rol que el Estado debe jugar. El mercado por sí solo no genera esas oportunidades”, consideró el funcionario.

Durante una conferencia a lo largo de unos 40 minutos ante decenas de jóvenes convocados en uno de los auditorios de Tecnópolis, Guzmán trazó un panorama de la economía mundial, y de Argentina, desde 1980 hasta la actualidad.

En ese marco, el ministro planteó que Argentina atravesó un «patrón de inestabilidad» que reconoce tres procesos económicos en los que se profundizaron los problemas y que identificó como «la última dictadura (1976-83), la Década del 90 (con la presidencia de Carlos Menem) y el período 2015-2019 del Gobierno de Juntos por el Cambio».

En esos tres momentos de la historia “hubo una visión de cómo el Estado debe articularse con el sector privado en el cual en lugar de brindar más salud, más educación y más empleo, terminó ocurriendo lo contrario”, dijo el funcionario.

Guzmán recordó su infancia en los 80’ y su llegada a la universidad a finales de los 90’. “La crisis del 2001 fue un golpe muy fuerte no solo para la economía sino también para el entramado social” de Argentina.

En una apelación a los jóvenes que se dieron cita para escucharlo, Guzmán aseguró que “quienes hacemos político lo que buscamos es transformar esas realidades” y la llegada de Néstor Kirchner en el 2003 “nos reconcilió con la política como un espacio para transformarlas”.

Destacó a nivel mundial que “uno de los aspectos más tóxicos que generó la globalización a partir de los 80’ fue la elusión impositiva de las grandes empresas internacionales, que crearon guaridas fiscales y evitar los pagos de impuestos en lugares donde producen”, y con eso “ le quitan recursos a los Estados Nacionales para hacer aquello que el desarrollo económico social requiere”.

“En este año se están logrando acciones importantes para cobrarle impuestos a las grandes compañías multinacionales, las de antes y las de ahora, como Apple, Facebok, o Google”, destacó Guzmán en alusión a la medida impulsada por el presidente de los Estados Unidos Joe Biden, y respaldada por otras naciones, entre ellas, Argentina.

“El segundo bloque que buscamos avanzar es rescribir la arquitectura financiera internacional, escrita por el poder financiero, y que se ponga en función del progreso colectivo”, dijo el ministro.

Guzmán también destacó la necesidad de un tercer eje, “el de contribuir al cambio climático, para tener con qué hacer obras para una transformación productiva, energética, que nos permita tener un ambiente sustentable”.