Por Gisela Gentile

Desde 1997, UNICEF conmemora cada 8 de febrero, el día de “Internet Segura” con el fin de impulsar, informar y educar en un uso responsable, respetuoso, crítico y creativo de la red. Si bien la recomendación alcanza a todas las franjas etarias, son las niñas, niños y jóvenes quienes se encuentran en una situación más vulnerable ante el Grooming.

El acoso virtual representa la mayor preocupación de madres y padres en Argentina. Según una encuesta realizada a 516 familias, las tres más frecuentes fueron el grooming con un 22%, seguido por el contenido inapropiado (15%) y el ciberbullying (14,8%).

El anglicismo Grooming hace referencia a la acción deliberada de un adulto, ya sea varón o mujer, de acosar sexualmente a una niña, niño o adolescente a través de un medio digital que permita la interacción entre dos o más personas, como por ejemplo redes sociales, correo electrónico, mensajes de texto, sitios de chat o juegos en línea.

En cuanto a la prevención, el rol de los profesores, educadores y trabajadores sociales es trascendental en torno a la capacitación a sus alumnos y estudiantes con competencias informáticas y ayudándolos en la construcción de un pensamiento crítico. Siendo aquí, donde la real implementación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) toma un rol protagónico.

Mariela Degano, es docente, educadora y orientadora en sexualidad y consultada por Conclusión sobre la «Internet Segura» enfatizó que «este día de alguna manera nos acerca a pensar una internet responsable, respetuosa, criteriosa pero también creativa. Destacando aquí un gran instrumento con el que contamos en nuestro país, que es la Ley de Educación Sexual Integral».

Hoy la ESI viene a permear otros espacios sociales como los clubes, bibliotecas o comedores populares. «Estamos garantizando el ingreso y permanencia de la ESI en estos espacios, más allá de las escuelas. Es allí donde está la clave, pensando que son los niños, niñas, jóvenes y adolescentes quienes hacen muchas veces un uso indiscriminado de la redes sociales, exponiendo cuestiones de la vida íntima o las corporalidades».

Una imagen que no sólo tiene que ver con los cuerpos sino también con la  historia de los mismos. «Por ello, para hacer una internet segura tenemos que hacer hincapié en la implementación de la ESI en todas las instituciones educativas y no educativas para formar seres responsables, sensibles y críticos que puedan elegir y estar atentos ante cualquier peligro o abuso. Para evitar todos los procesos de acoso, mala interpretación, discriminación o segregación tenemos que utilizar este gran instrumento político, educativo y social que es la Ley de Educación Sexual Integral», concluyó.

El 46% de las familias encuestadas aseguró que el contenido inapropiado fue el problema más común que experimentaron sus hijos, con un aumento de 9 puntos porcentuales en relación al estudio del 2020.

Otras problemáticas que surgieron de dicha encuesta se ligaron a la sobreexposición en redes en un 28%, la atención no deseada (anuncios o ventanas emergentes) un 27%, mientras que 1 de cada 10 padres reconocieron que las niñas y niños sufrieron ataques de cyberbullying, al menos una vez durante el año.

¿A qué tipo de contenidos acceden los más pequeños?

Son muchos los niños, niñas y jóvenes que utilizan internet con fines educativos, cayendo involuntariamente en webs con contenidos ilícitos. Es aquí, donde existe la posibilidad de encontrar consejos erróneos sobre remedios de salud mientras se informan para un trabajo de ciencias de la escuela.

En muchos otros casos, es la curiosidad de los más pequeños la que termina en contenidos que motiven a participar en actividades ilegales o dañinas, incluso mensajes promovidos por parte de sectas, grupos pornográficos, o verse envueltos en foros que animan discursos de odio.

Madres y padres relatan que, en muchas oportunidades, sus hijos se encuentran con contenidos para adultos, como pornografía o juego on-line, iniciando una búsqueda de dibujos o juegos animados.

Como se destacó al inicio, el acoso virtual (Grooming) representa la mayor preocupación de madres y padres en Argentina. Para abordar el tema con mayor profundidad Conclusión también contactó a Arístides Álvarez, presidente de la Asociación Civil <Sin nos reíamos, nos reímos todxs>.  «El acoso puede ser de un desconocido que adopta un perfil falso haciéndose pasar por un par y engañando al menor obteniendo su confianza hasta lograr las fotos o videos que luego son volcados a la gran industria de la pedofilia que mueve millones de dólares en el mundo».

Los engaños pueden presentarse de diferentes formas, confundiendo aún más a las víctimas. «En algunos casos, el acosador también puede ser una persona cercana al entorno del menor, y en muchos casos puede llegar a ser admirado por él. Por ello, es necesario que en las familias exista un diálogo permanente, en donde siempre exista la posibilidad de contar si están ante una situación de acoso, ya sea con pedido de imágenes, videos o alguna otra situación».

En torno al impacto que conlleva este tipo de abusos, Arístides agregó que «el daño que ocasiona en el menor es tremendo, desde los psicológico y moral hasta en lo referido a consecuencias físicas. El grooming puede terminar en abuso sexual, violación, homicidio o suicidio, en el peor de los casos».

En argentina desde 2013 contamos con la Ley Nacional contra el Grooming que establece una pena de entre 6 meses a 4 años de prisión. «Con la sanción de la ley no basta, ya que existe pero no se cumple, pasaron casi 9 años y los delitos se siguen cometiendo. Sobre fines de 2020 se sancionó la ley que preveía una campaña nacional contra el Grooming. La misma arrancó con buenas promesas, spot muy lindos, pero rápidamente se discontinuó. Primeramente la llevaba a cabo el Ministerio de Educación de la Nación, pasó a la Secretaria de Niñez del Ministerio de Bienestar Social y allí quedó. Y en lo que refiere a nuestra provincia y el municipio, se ha realizado poco y nada lamentablemente. Por ello es necesario que la sociedad se siga informando y que denuncie», concluyó.