Una gran noticia y hazaña médica se realizó sobre finales del año pasado, luego de que la Fundación Favaloro consumara el primer trasplante combinado bipulmonar y hepático de Latinoamérica.

La intervención fue realizada a un paciente de 19 años con diagnóstico de fibrosis quística y falla hepática, al que se le implantaron ambos pulmones y el hígado del mismo donante cadavérico, una operación singular y con pocos precedentes en la historia.

El trasplante duró casi medio día y requirió de un equipo médico de 18 especialistas, entre los que se encontraban diez cirujanos -tres pulmonares, tres hepáticos, dos para ablacionar el pulmón y dos para ablacionar el hígado-, dos anestesistas, cuatro instrumentadores y dos enfermeros.

“Este tipo de trasplante implica un gran esfuerzo desde la logística, porque son dos equipos trabajando casi simultáneamente, en el que se debe hacer el trabajo con la precisión de relojería, porque cada minuto que pasa es sufrimiento para los órganos que se implantan”, explicó a Clarín el doctor Alejandro Bertolotti, jefe de trasplantes de la Fundación Favaloro.

Una vez instalado en su casa de Avellaneda, el paciente Matías Proverbio -quien estuvo dos años en lista de espera- contó cómo fue pasar por esa difícil operación: «Estoy feliz de la vida que me voy de alta. Todavía estoy un poco dolorido por la cirugía, pero muy contento».

Por último, también manifestaron alegría desde el Incucai: «Nuestro país tiene el honor de tener programas de trasplantes a los que pueden acceder los pacientes y que ofrece la posibilidad de todos los trasplantes con habilidad académica de nivel internacional”, afirmó a Clarín la doctora María del Carmen Bacqué, presidenta del instituto.