El conflicto protagonizado durante la semana pasada en la Argentina, principalmente por la policía de Buenos Aires, dejó distintas miradas y un camino trazado para que algunos de sus reclamos puedan ser respondidos con soluciones concretas.

Por ello, el oficial principal y vocero de dicha fuerza, Luis Tonil, dijo que “la cuarentena extrema agudizó la situación” porque les prohibió a los uniformados “tener otros ingresos habituales” como son los generados por los trabajos adicionales que les permite “llevar un sueldo digno” a sus casas.

Durante una entrevista realizada por Radio Síntesis del diario digital Conclusión, Tonil consideró que “es razonable entender que la ciudadanía se preocupe porque ve a su policía parada en la esquina con un bombo”, a la vez que valoró que sus reclamos pudieron “visibilizarse” de ese modo.

“No quedaron secuelas porque tomó tanta visibilidad el problema que el gobierno atendió el problema, y de hecho estamos en una mesa de diálogo construyendo alguna solución a futuro con el nuevo plan de seguridad”, describió.

Al ser consultado acerca del origen del conflicto, el vocero policial expuso que se había “roto la cadena de mandos, el canal entre la tropa y los mandos intermedios y con la cúpula hubo un cortocircuito”.

Asimismo dijo ser “optimista” y que se va a superar “cualquier obstáculo intermedio que haya”.

Más adelante, explicó que no fue una sublevación ya que la misma “es un grupo de gente armada que se subleva a la autoridad, sea cual sea la autoridad, local, provincial o nacional”.

“En esta protesta y en esta manifestación se veían familias y chicos. Yo tenía compañeros con bebés en brazos. Nadie que se quiera sublevar lleva a sus hijos a una manifestación, consideró.

Al respecto de la situación por la que pasa la fuerza, y que por ello se manifestaron, Tonil señaló: Estábamos atrasados en los salarios pero también necesitamos mejoras en las condiciones laborales. Es muy necesario que se compren chalecos antibalas de última generación porque los delincuentes ya no usan los revólveres que usaban antes, ahora usan armas de grueso calibre y de largo alcance”.

Uno de los voceros de la protesta policial en Provincia de Buenos Aires, Luis Tonil.

“Necesitamos móviles en mejores condiciones y dependencias en mejores condiciones. Estamos trabajando en conjunto con el Ministerio para poder lograr eso, el gobierno no es autista y también lo vio”, añadió.

En cuanto a su opinión sobre las circunstancias que pusieron en vilo a todo el país, el también presidente de la Defensoría Policial fue tajante: “Fue un error garrafal de mis compañeros que se acercaron a la quinta de Olivos, no tendrían que haber ido”.

“Nosotros le reclamamos a la provincia de Buenos Aires, acercarse a la Quinta de Olivos no solo nacionalizó el problema, sino que lo politizó”, estimó para después indicar: “Nos complicó todas las negociaciones que teníamos en marcha porque al afectar la figura presidencial entrábamos en otro terreno en el que nosotros no queríamos entrar”.

Así, relató cómo se desarrollaron los acontecimientos: “Nos enteramos que estos compañeros estaban reunidos en un comando de la zona norte y no tuvieron mejor idea que decir: ‘Vamos a la Quinta de Olivos así los medios de comunicación nos ven ya que ahora es costumbre ir a manifestarse allí’.

“Mis compañeros se olvidaron que estaban en móviles policiales y que estaban armados, ese fue el error”, remató.

Después de considerar que volvieron “a una normalidad de trabajo, pero superadora” porque tienen “un nivel de diálogo” que antes no tenían, el oficial principal se refirió a la agremiación de la fuerza cuando explicó que vienen “sosteniendo un reclamo desde hace años” por el que consideran que les corresponde tener un sindicato.

“ Lo dice el 14 bis de la Constitución, nosotros somos trabajadores, empleados del Estado, somos tan trabajadores como los maestros o los de la Salud Pública”, añadió, para enseguida finalizar exponiendo que “si algo tuvo de positivo es que se visibilizó el problema” y que por esas manifestaciones se lo pudieron transmitir “a la población y sobre todo a la clase política”.