Esta profesión [dibujante], que es fundamentalmente una defensa contra la realidad cuando ésta es insuperable, me protege de mucho dolor”. Antonio Fraguas

Por Alejandro Maidana

Lejos quedó la época de oro de aquellas revistas que supieron desde sus hojas interpelar la realidad política de manera humorística. Hoy para encontrar un dibujo que hable por sí solo de la cotidianeidad de las acciones de una sociedad que abraza aristas diversas, debemos buscar la resistencia del mismo en los diarios de una tirada importante.

Deberíamos retroceder a la época de las presidencias liberales posterior a Rosas para poder encontrar los primeros atisbos de humor gráfico. Es menester mencionar a El Mosquito(1868-1893) y Don Quijote (1868-1893), revistas de muy pocas páginas donde las caricaturas en sus páginas centrales resultaban el atractivo mayúsculo.

De allí en adelante el derrotero de este tipo de revistas, se fundió entre la masividad y la fama, y la deleznable censura. Siendo las dictaduras militares las más duras en torno a la preservación de la invaluable libertad de expresión.

Freddy es un artista rosarino que lleva en esto del dibujo humorístico 35 años, con casi 20 cumpliendo funciones en el diario La Capital, charló con Conclusión sobre una profesión tan particular como necesaria.

“Desde el año 1983 vengo publicando en diferentes medios, es decir que llevo 35 años haciendo lo que me apasiona. En ese entonces las revistas estaban muy de moda, gracias a eso repartía mi trabajo en las mismas y en algunos diarios”, sostendría un dibujante al que no le tiembla el pulso a la hora de bajar una opinión ilustrada.

Hortensia sería la primera que le abriría sus puertas, una revista cordobesa que iniciaría su inolvidable derrotero allá por 1971 de la mano del “gordo” Alberto Pío Augusto Cognigni. Hortensia marcó una verdadera escuela al compaginar esa materia popular denominada humor cordobés, obteniendo un éxito inusual para un producto del mal llamado interior del país.

“Fue en ella donde pude disfrutar de mi primera publicación, después siguieron Risario, Humor, Satiricón y otras”, recuerda Freddy, quién hace hincapié que los dibujantes jóvenes en esa época perseguían tapar los huecos que dejaban Fontanarrosa, Caloi, Crist.

Sobre el abanico de medios gráficos en la década de los 80 el dibujante sostuvo: “Había muchos, por eso siempre se encontraba un espacio para poder volcar nuestro trabajo. Es cierto que en algunos de ellos cobrar se hacía muy difícil, por ejemplo en Humor”.

Actualmente y hace ya dos décadas, Freedy inunda de talento y perspicacia las páginas de papel del diario La Capital. “Si bien me toca llevar adelante el humor gráfico en un medio muy conservador, he tenido muy pocos problemas a la hora de presentar los dibujos. En 20 años solo 4 a 5 de ellos fueron interpelados, uno por ejemplo debía referenciar una carta de lectores que hablaba de la ocupación Israelí en tierras Palestinas. Recuerdo que no se me ocurrió otra cosa que dibujar un soldado sionista y al lado una calavera, al día de su publicación se me vino una catarata de críticas que me trataban de antisemita, algo que le escapaba a la realidad. Otros dibujos estuvieron ligados al humor negro, algo que suele no caer bien en muchos hogares”, indicó.

El dibujante cada vez que vuelve hacia atrás su relato, no duda en resaltar una y otra vez a la revista Hortensia, “ahí te dejaban publicar de todo, se mezclaba el humor negro con el costumbrista sin ningún problema. Cabe destacar que también me sentí muy cómodo en Satiricón, ya que para diferenciarse de Humor tenía un anclaje importante en lo negro”.

En nuestro país las revistas de humor gráfico, fueron un importante aparato transgresor en épocas donde una manera sutil de criticar, era a través del dibujo y la sátira. Fueron desapareciendo por múltiples causas, la imposibilidad de concretar una pauta oficial (por lógica pura), fue generando un sinfín de inconvenientes económicos que terminaron apartándola del medio.

“En muchos países este tipo de revistas ocupan un lugar muy importante, Charlie Hebdo en Francia y El Jueves en España es un claro ejemplo de ello. En Argentina las revistas dependían pura y exclusivamente de la venta, algo que apuró su exterminio, ya que no dependían de la pauta”.

Cuando se trata de rescatar un nombre, no duda de en citar al “gaucho” Beas. “Lo admiraba antes de conocerlo, y cuando me tocó trabajar junto a él, pude comprobar que sus talento iba de la mano con su humanidad. Siempre me gustó mucho el dibujo gauchesco, si bien no soy del palo del “negro” Fontanarrosa, sin lugar a dudas resultaría imposible no citarlo”.

Tanto Humor como Eroticón, desaparecieron a fines de los 90. La disminución de las ventas, muchas impulsadas por las diversas crisis económicas, aceleraron un proceso que ya venía a los tumbos desde fines de los 80.

Pero también hubo tiempo para negarse a dibujar lo que la línea editorial trataba de imponer, “en el fragor del debate sobre la Ley de Medios, el diario con una posición claramente opositora a la misma, me bajó una línea para que dibuje a Hugo Chávez pegándole garrotazos a los medios ce comunicación venezolanos, lo cual no lleve a cabo”.

Basta con contemplar sus trabajos, para percibir que Freddy vuelca lo que les dictan sus tripas en un papel que buscará trascender las palabras. “Siempre perseguí poder opinar a través de los dibujos, el día que busquen imponerme temáticas, ese será el día en que deberé dedicarme a otra cosa”, concluyó.