El Papa Francisco, que finalmente no pudo acudir a la Cumbre del Clima que se está celebrando en Glasgow, envió una carta al presidente de la misma, Alok Sharma, en la que insta a los líderes que participan a actuar.

“Nuestro mundo posterior a la pandemia será necesariamente diferente de lo que era antes de la pandemia. Es ese mundo el que debemos construir ahora, juntos, partiendo del reconocimiento de los errores del pasado”, escribe el Papa a Alok Sharma, presidente del COP26.

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“Algo similar podría decirse de nuestros esfuerzos para abordar el problema global del cambio climático. No hay alternativa. Solo podemos lograr los objetivos establecidos por el Acuerdo de París si actuamos de manera coordinada y responsable. Esos objetivos son ambiciosos y ya no pueden postergarse. Hoy toca a vosotros tomar las decisiones necesarias”, señala el Santo Padre.

“La COP26 puede y debe ofrecer un aporte efectivo a la construcción consciente de un futuro en el que las acciones diarias y las inversiones económicas y financieras puedan proteger genuinamente las condiciones que aseguren una vida digna y humana para los hombres y mujeres de hoy y mañana, en un planeta “saludable””, continúa.

Según Su Santidad, nos encontramos ante un cambio de época, “un desafío cultural que exige el compromiso de todos, especialmente de aquellos países que cuentan con mayores medios”. “Estos países deben asumir un papel de liderazgo en las áreas de financiamiento climático, descarbonización en el sistema económico y en la vida de las personas, la promoción de una economía circular, brindando apoyo a los países más vulnerables que trabajan para adaptarse al impacto del cambio climático y para responder a la pérdida y daño que ha causado”, explica.

“Incluso mientras nos preparábamos para la COP26, se hizo cada vez más claro que no hay tiempo que perder. Demasiados de nuestros hermanos y hermanas están sufriendo esta crisis climática. Las vidas de innumerables personas, en particular las más vulnerables, han experimentado sus efectos cada vez más frecuentes y devastadores. Al mismo tiempo, nos hemos dado cuenta de que también implica una crisis de los derechos de los niños y que, en un futuro próximo, los migrantes ambientales serán más numerosos que los refugiados de la guerra y los conflictos. Ha llegado el momento de actuar, con urgencia, valentía y responsabilidad”, indica.