La elefanta Pocha, que había sido trasladada desde Mendoza hacia un santuario en Brasil, falleció anoche, pero todavía se desconoce la causa de la muerte.

En abril de este año, Pocha, de 55 años, y su hija Guillermina, de 22, recibieron en Argentina los certificados necesarios para ser trasladadas desde el exzoológico mendocino a un santuario en Brasil.

Ambas permanecían alojadas en el exzoológico mendocino convertido en Ecoparque y el Gobierno provincial buscó trasladarlas a un «santuario de elefantes» ubicado en las afueras de Cuiabá, en el estado brasileño de Mato Grosso.

«Aunque este es un momento difícil y puede ser difícil procesar tal pérdida, estamos agradecidos con Pocha por el amor y la estabilidad que pudo brindarle a Guillermina (su hija) durante 24 años«, concluyeron.

La elefanta Pocha llegó a la Argentina desde Londres, en la década de los 80, y se instaló en el zoológico de Mendoza, en donde tuvo a su hija, Guillermina.

En 2020, autoridades del Gobierno de Mendoza firmaron un convenio con un santuario de Brasil para trasladar a los cuatro elefantes del ex zoológico de Mendoza, reconvertido en un ecoparque, a ese espacio único en Sudamérica que cuenta con ambientes naturales adaptados para mejorar la calidad de vida de la especie.

En junio de este año, y luego de un largo proceso, las dos elefantas asiáticas llegaron al santuario ubicado en el Mato Grosso, Brasil, que se convirtió en su nuevo hogar, tras cinco días de viaje por tierra.