«Hay que acordarse de todo, para no olvidar. El caso de nuestra historia, de nuestro país, es un caso especial, hay que acordarse para que no se vuelva a repetir»

 

Norma Vermeulen, integrante de Madres de la Plaza de 25 de Mayo, murió este domingo a los 87 años de edad tras permanecer varias semanas internada.

Será velada en Casa Bassi, de Salta y Francia, hasta las 22. El entierro tendrá lugar mañana en el cementerio de Ibarlucea.

La histórica militante por los Derechos Humanos será recordada como una de las verdaderas forjadoras de la justicia y la verdad en Rosario. Su lucha junto a la de sus compañeras fue la que mantuvo la memoria de una sociedad traumatizada proclive a olvidar.

Norma nació un 19 de mayo de 1930 en el barrio Empalme Graneros. Era la menor de siete hermanos y desarrolló sus estudios primarios en la escuela Provincia de San Luis, de Nuevo Alberdi.

En 1950 se casó con Agustín y tuvieron dos hijos: Jorge y Osvaldo. Este último nació un 3 de enero de 1954, dos años después que su hermano Jorge. Ambos eran empleados bancarios y Osvaldo estudiaba Ciencias económicas en la Universidad Nacional de Rosario. Militante de la Juventud Trabajadora Peronista y Montoneros y en un dispensario en Villa la Cerámica. Estaba casado y tenía una hija pequeña. Fue secuestrado en Rosario por la última dictadura militar a los 23 años.

Norma integró la Asociación de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas entre 1977 y 1985. A partir de 1988 formó parte de la organización Madres de la Plaza 25 de Mayo. En los últimos años, y a pesar de su avanzada edad, siguió participando de la ronda de los jueves.

En 2016 la Cámara de Diputados de Santa Fe distinguió a un grupo de mujeres destacadas de la provincia entre ellas a Norma Vermeulen y Chiche Massa. Norma Vermeulen, entregó al Museo de la Memoria el «archivo Vermeulen», los archivos que colectara durante más de tres décadas de lucha contra la impunidad.

—¿Qué evaluación hacés cuando ves que tantos jóvenes las acompañan en las rondas o que salen a la calle o llenan un Monumento un 24 de marzo?

—»Eso va a  salvar al país. Va a evitar muchas cosas, porque los chicos tienen la mente bien lúcida, les interesa. Los otros días estuve en la escuela Nigelia Soria. Fui a pesar de que me sentía mal y llegué y veía a los chicos emocionados, llorando cuando terminé de hablar. Ellos saben que es verdad lo que yo les digo, que esto que contamos nosotros no es una película, que eso se vivió en nuestro país y puede volver a repetirse. Y los chicos se emocionan, por eso a mí me gusta hablar con los chicos. Si tengo que estar en una reunión con funcionarios voy, pero por obligación. Pero a las escuelas voy porque me gusta», afirmó Norma en una de sus últimas entrevistas al portal Redacción Rosario.