Abuelas de Plaza de Mayo identificó al nieto de desaparecidos número 119, en lo que se trata del primer caso en el que la madre se encuentra con vida. Se trata de Mario Bravos, quien hoy vive en la ciudad santafesina de Las Rosas.

Según indicó Bravo en una emotiva entrevista al diario Las Rosas Digital, su madre vive en Tucumán y mañana se encontrarían en Buenos Aires a partir de las gestiones de Abuelas de Plaza de Mayo y de la CONADI (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad).

«No se hallan registros de que se hayan encontrados hijos con su madre en estos casos de desapariciones forzadas durante la dictadura –dijo el nieto recuperado-. He conversado en estos días con mi madre, que está rememorando momentos muy duros y me cuenta que recuperó la libertad después de dos años de cautiverio pero siempre amenazada para que mantenga silencio sobre lo ocurrido», señaló.

Según el relato del nieto n° 119, pasado el horror de los primeros años, su madre comenzó a buscarlo a través del organismo de derechos humanos que preside Estela de Carlotto: «Ella comienza su búsqueda en el año 2007, por medio de Abuelas de Plaza de Mayo, allí da su muestra de sangre en el banco de datos genéticos. Desde allí comienzan las averiguaciones e investigaciones. Y yo venía hablando con Abuelas desde febrero, y el 26 de agosto  me llama la coordinadora. Y me hacen una entrevista, y van surgiendo los datos, mi caso era bastante conocido y sonaba mucho por Tucumán.  Me hicieron el análisis, y se hicieron  muchas pruebas y contrapruebas.  Y hace una semana me llamaron de la oficina de Derechos Humanos para citarme a mantener una charla, y por un tema de distancias, ya que yo no estoy en Capital,  entonces ellos me preguntaron si podían comunicarse con Abuelas, y posteriormente, ellas se comunicaron conmigo”

Bravo relató  que: «Son emociones encontradas y muy fuertes. Yo soy padre y no sé si aún tomo dimensión de todo esto que me está pasando. Mi madre biológica ya está en Buenos Aires y mañana va a ser el encuentro. Mañana voy a saber muchísimas cosas más, ella tiene una ansiedad terrible, está contando los segundos . Me acaba de mandar un mensaje diciéndome que acaba de llegar a Retiro. Y las Abuelas y la gente de CONADI están allá también para acompañarla y contenerla”.

Además, reflexiono sobre lo que vendrá: “No se cómo será de aquí en más, ella está reviviendo cosas muy tremendas, el temor, el dolor, pero sobre todo el dolor, ya que aquí no están todos presos todavía, entonces, también se trata de resguardarla. En estas charlas por teléfono me ha contado cosas desgarradoras, me dijo ‘hoy escucho tu voz, y  yo lo único que había escuchado era tu llanto, y no sabía si eras varón o nena, y después me encapucharon y no supe más nada’ ”.

Mario reconoció la incertidumbre y la ansiedad: «trato de vivir el momento y ver, porque no me puedo imaginar cómo será… Mañana sí…. mañana será otra cosa… va ser un día muy especial porque… yo nunca me imaginé que iba a encontrar a mi mamá viva”.