Por Alejandro Maidana

«El trueque renacerá y perdurará, cuando lo integren personas que hayan accedido a una nueva forma de ver la realidad, a un nuevo nivel de conciencia, para quienes la honestidad, el respeto, la confianza y el amor a la tarea elegida, sean los valores que se esté dispuesto a rescatar y a consolidar.» Susana Rivano

El trueque es el intercambio de bienes, de materiales o de servicios, en esta transacción no existe el dinero. Con la aparición del mismo, los bienes y servicios pasaron a obtenerse a cambio de monedas y billetes. Claro está, que esto último aniquiló la relación humana  que generaba el trueque en cada uno de sus actos.

Los principales beneficios de este intercambio, son varios, como por ejemplo poder adquirir productos o servicios sin movimientos monetarios, mejorar la productividad y compensar la producción en temporada baja. Pero claro, este tipo de acciones bajo un sistema económico voraz,  que avanza deshumanizando todo a su paso, suele tener flaquezas. Un lado negativo es que no se puede ubicar fácilmente a una persona que quiera intercambiar lo que nosotros deseamos. Otra dificultad es lo complejo que resulta calcular el valor del producto y que éste compense el intercambio.

Pero si bien en los tiempos que corren no es habitual encontrarse con algo que nos remita a una época no atravesada por el excesivo consumo, las crisis económicas empujan a que el trueque se consolide nuevamente en diferentes espacios.

“La idea surge debido al preocupante marco económico que nos acorrala. En nuestro barrio hay muchas madres solteras sin trabajo, abandonadas, y ante este escenario pusimos en marcha el trueque”, de esta manera iniciaba la charla con Conclusión Carmen, vecina del lugar e impulsora de la idea.

La feria en donde el intercambio fraterno se lleva adelante, se ubica sobre un predio que sirve de refugio para articular solidaridad. “En mi caso llevo mis plantas, otra vecina leche, verduras, detergente, y de esta manera el encuentro va evolucionando y abarcando a otros barrios”, sostuvo.

Larrechea y la vía es la dirección exacta en donde vuelve a consolidarse una acción que emerge de manera constante cada vez que la economía asfixia. “Vemos que esto crece día tras día, queremos que las mujeres se acerquen a ofrecer lo suyo, siempre en un marco de respeto mutuo. Acá somos libres, cada una puede ubicarse en el lugar que considere, esto es horizontal y nuestra premisa el respeto por el otro”, relató Carmen.

La imposibilidad de gozar de un trabajo fijo, sumado a la desesperante caída de las denominadas “changas”, obligó al barrio a encontrar una colectora para escaparle a tan demoledora realidad.

“Muchos de los maridos de las mujeres que se acercan son albañiles, y hoy se encuentran si un trabajo estable. Ellos también pueden participar, esto no se trata sólo de mujeres, muchos llegan con ropa o calzado y lo cambian por leche o verduras. De esto se trata, colaboración mutua y empatía”,

Quienes participan de la feria del trueque, respetan a rajatabla el horario de descanso de niños y adultos, “nos hemos encargado de repartir folletos y hacer circular por facebook el horario de los encuentros. Los mismos van de 16 a 20, siempre respetando el horario de la siesta que es sagrado para los abuelos y los más pequeños”, indicó.

Las rondas de mates hacen mucho más ameno el tiempo compartido por aquellos que entendieron que reflejarse en el otro, nos hace mas humanos. “Están llegando mujeres de otros barrios como Nuevo Alberdi, Empalme y Granadero Baigorria, esto nos empuja a seguir con más fuerza, soñamos con que se transforme en algo masivo”.

Carmen vive junto a su marido Miguel y a sus cuatro hijos en el salón de lo que alguna vez supo ser  una carnicería. Sostiene que pese a que su compañero tiene problemas en ambos brazos, sigue siendo el sostén de la familia. Brandon, su hijo de 14 años, colabora con la casa en la venta de verduras por las calles del barrio y zonas aledañas.

“Somos una familia que lucha día a día y que entiende que desde la solidaridad se pueden transformar las cosas. Sumado al trueque que venimos consolidando, pretendemos ir un poquito más lejos, la copa de leche hoy es una necesidad imperiosa para los muchos chicos del barrio, ese pretende ser nuestro próximo paso”, concluyó.