El mapa del Nuevo Mundo más antiguo conocido fue pacientemente grabado sobre las mitades inferiores y unidas de sendos huevos de avestruz. Este globo terráqueo del siglo XVI se perdió para la historia durante siglos, pero volvió a salir a la luz hace algunos años en una feria londinense de mapas, en la que fue descubierto precisamente por un anónimo coleccionista de mapas.

Según National Geographic, el curioso mapa llegó a manos del coleccionista Stefaan Missine tras haber sido comprado en la feria. Missine coordinó posteriormente el análisis de su autenticidad y antigüedad, investigación que se prolongó durante todo un año.

El sorprendente globo terráqueo fue estudiado por más de 100 expertos en mapas antiguos. Los resultados revelaron que el mapa grabado sobre cáscara de huevo de avestruz era un original que podía datarse de forma precisa en el año 1504, lo que lo hacía más antiguo que el resto de mapas similares conocidos del Nuevo Mundo descubiertos hasta entonces, como por ejemplo el Globo de Hunt-Lenox, que data del año 1510 y está hecho de cobre.

Para posteriores reproducciones

Al ser idénticas las características de ambos globos terráqueos –la caligrafía, el texto, las ilustraciones e incluso los errores ortográficos son los mismos– los expertos llegaron a la conclusión de que el mapa grabado sobre huevo de avestruz fue empleado como molde o modelo para reproducciones posteriores.

“Quienquiera que confeccionara el globo tuvo acceso a la información más reciente, procedente de exploradores de los numerosos países europeos que competían entonces por el dominio del mundo”, dice Discover Magazine. Muchos exploradores apenas estaban regresando de aquellos viajes que tan profundamente cambiaron la forma en que las gentes de la época veían y comprendían el mundo. La forma de la “península asiática” (ya que el continente sudamericano estaba considerado como tal), por ejemplo, refleja las exploraciones del italiano Henricus Martellus, mientras que las dos pequeñas islas que se observan en el mar Caribe (La Española y Cuba) habían sido descubiertas por Cristóbal Colón. Otros detalles reflejan los por aquel entonces recientes relatos exploratorios de Marco Polo, los Corte-Real, Cabral y Amerigo Vespucci, quienes acuñaron el nombre de Nuevo Mundo o “MVNDVS NOVVS” que aparece reflejado en el globo.

“Aquí hay dragones”

El mapa en sí mismo es fascinante. En el océano Índico se puede observar un navío solitario surcando las olas, de origen y destino desconocidos. Es también uno de los dos únicos globos terráqueos conocidos que incluyen la frase HIC SVNT DRACONES (“Aquí hay dragones”), palabras que aparecen en este caso sobre la costa del Sudeste asiático.

El Nuevo Mundo está representado de forma muy rudimentaria. No existe Norteamérica, apenas unas pocas islas. Se nombran concretamente las de Isabel (Cuba) y Spagnolla (La española). Otras aparecen sin nombre. Sudamérica es denominada Terra de Brazil (Brasil), Mvndvs Novvs (Nuevo Mundo) y Terra Sanctae Crvcis (Tierra de la Santa Cruz).

Además de su antigüedad y sus características, el mapa constituye también una rareza por el material sobre el que fue plasmado. Los antiguos mapas habitualmente se dibujaban sobre vellum (pergamino de piel de ternera), piel de foca o madera. Pero sin duda la cáscara de huevo de avestruz no era un soporte utilizado muy a menudo. En la Italia del siglo XVI la nobleza a menudo poseía avestruces como símbolo de su posición y riqueza, por lo que el mapa podría haber sido encargado por alguna familia de la nobleza italiana de la época, aunque sus orígenes precisos continúan por ahora siendo un misterio.