En enero hubo 24 femicidios en todo el país, lo que promedia un crimen cada 31 horas y lo que provocó que 29 niños, niñas y adolescentes se quedaran sin su madre, según el informe mensual de la organización feminista Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMalá).

El organismo especificó que entre el 1 y el 31 de enero, se registraron 19 femicidios directos; 2 trans/travesticidios; y 3 femicidios vinculados (muerte perpetrada por un femicida para castigar o destruir psíquicamente a una mujer). La edad promedio de las víctimas fue 36 años.

Además, hubo 38 muertes violentas de mujeres, travestis y trans -mientras que otras tres están en investigación- y 28 intentos de femicidios.

La provincia con más femicidios registrados durante enero fue Córdoba, donde se contabilizaron seis crímenes; seguida por Buenos Aires con cinco y por Santa Fe con cuatro. En Salta, Santiago del Estero, Chaco, Corrientes, Entre Ríos, La Rioja, San Juan, Mendoza, Entre Ríos y La Pampa se registró un femicidio en el primer mes del año.

Asimismo, un 55% de los femicidios fueron cometidos por las parejas o ex parejas de las víctimas; y un 30% por familiares o conocidos de las mujeres asesinadas. Además, el 5% de los crímenes fueron cometidos por personal de las fuerzas de seguridad.

Según MuMaLá, en el 100% de los casos están identificados, pero el 10% permanece prófugo, y el 20% de los femicidas se suicidó tras cometer el hecho. El 10% de los agresores tenían antecedentes penales por violencia de género.

En cuanto a la modalidad del femicidio, un 70% de los crímenes fueron perpetrados con armas blancas, un 10% con armas de fuego, un 10% por golpes y otro 10% por asfixia.

Asimismo, el 65% de los asesinatos ocurrieron en la vivienda que las víctimas compartían con sus parejas; el 15% en descampadas; el 10% en la vía pública; y un 10% en la casa del femicida.

Mumalá especificó que el 20% de las víctimas había denunciado previamente a su agresor: un 75% de ellas tenían orden de restricción de contacto o perimetral y el 25% tenía también botón antipánico.

En el 15% de los casos, el femicida asesinó a una tercera persona, ya sea porque quedó en el medio del hecho violento -femicidio vinculado por interposición- o para ocasionar un daño irreparable y culpa a estas mujeres -femicidio vinculado-.

En cuanto a los transfemicidios, durante los primeros 30 días del año MuMalá registró dos casos: uno fue el de Aldana Lorens, una mujer trans de 35 años que falleció luego de estar internada durante diez días en un hospital de la ciudad de Santa Fe tras recibir un golpe en la cabeza, por el que los investigadores señalan a uno de sus hermanos como el responsable.

Mientras que el otro caso ocurrió el 14 de enero en la localidad bonaerense de Béccar, donde una mujer trans de 46 años de apellido Giacobbi fue hallada en su domicilio asesinada de dos heridas de arma blanca.

En tanto, el organismo advirtió que en Argentina hay “una muerte violenta cada 19 horas”, mientras que en enero se registraron 3 suicidios feminicidas los cuales son definidos como “aquellos suicidios como posible efecto del abuso de poder crónico basado en motivos de odio o menosprecio a la condición de mujer e identidades feminizadas, o contexto de violencia de género”.

También hubo 8 muertes violentas asociadas al género y relacionadas con economías delictivas (como narcotráfico, venganzas o deudas) o a delitos comunes (como robos, ajuste de cuentas, venganza o extorsión).

Por último, la organización pidió “la declaración de la Emergencia #NiUnaMenos” y exigió al Estado Nacional “mayor compromiso, presupuesto acorde y eficiencia en la intervención de las instituciones en el abordaje de las violencias machistas”.

El mecanismo de relevamiento de MuMalá se realiza “a partir del análisis y monitoreo de medios digitales y gráficos de todo el país, buscadores, sistema de alertas, seguimiento de organizaciones, portales especializados en género, feminismo, DDHH y policiales/forense”.