-Por Marina Vidal- 

Se ha convertido en una de las periodistas mimadas por el Papa Francisco, lo acompaña en todos los viajes y escribe para la famosa publicación religiosa Cruxnow perteneciente al diario estadounidense The Boston Globe. Es María Inés San Martín, una rosarina ahora en Roma, quien además de escribir artículos de trascendencia, en cuanta oportunidad encuentra arranca de Francisco mensajes para personas que atraviesan dificultades. Inés, en pleno vuelo, logró, por ejemplo, que el Sumo Pontífice le enviara un mensaje de fe y esperanza a Lisandro Zeno, luego trasplantado con éxito. No ha sido el único caso.

No es una mera reunión, no es un encuentro más en la agenda presidencial. La reunión entre Mauricio Macri y el Papa Francisco en el Vaticano es la oportunidad para que dos personalidades importantes para Argentina trencen diálogo y expongan visiones sobre el país y sus habitantes. Conclusión, contactó a María Inés San Martín para establecer una entrevista exclusiva respecto a la reunión cumbre de mañana y conocer un poco más en profundidad su visión sobre el obrar del Santo Padre.

-¿Qué representa la visita del presidente Mauricio Macri al Papa?

-La visita del presidente significa una oportunidad para construir puentes entre el gobierno argentino y el Vaticano. Se podría decir que el presidente Mauricio Macri viene a Roma a plantearle a Francisco su visión de gobierno, basada en tres principios con los que coincide plenamente con el pontífice: pobreza cero, la lucha contra el narcotráfico y la unidad de los argentinos. Por un lado se trata de un encuentro que excede lo protocolar, ya que Macri y Francisco, otrora Cardenal de Buenos Aires, se conocen hace tiempo, pero no deja de ser el encuentro entre dos jefes de estado. La gran diferencia entre este encuentro de Francisco con los que puede mantener con otros líderes es que se trata del presidente argentino, un país al que obviamente conoce mucho y por el que, como argentino, tiene un interés personal evidente.

Es de esperar que durante el encuentro programado para este sábado el papa le pida a Macri que no deje de prestar una especial atención a los pobres y marginados.

El presidente, por su parte, posiblemente exponga un argumento que ya dio a los obispos argentinos, es decir, que mientras el gobierno trabaja en generar nuevas oportunidades de empleo atrayendo inversiones extranjeras, va a mantener los programas sociales vigentes.

-¿Cree que Francisco puede interceder por las clases más golpeadas en el país?

-Va a intentarlo, el resultado va a depender del accionar del gobierno de Macri, como así también del compromiso y esfuerzo de todos los argentinos. Por otro lado, es posible que durante la audiencia privada entre los dos mandatarios la conversación vaya más allá del límite geográfico argentino, para abarcar la situación continental y cuál es el rol de la Argentina a nivel regional. Por ejemplo, Francisco está prestando mucha atención al proceso de paz en Colombia, por lo que el tema posiblemente entre en la agenda.

– ¿Cuál es su visión de la visita de Macri y que resultados/consecuencias puede traer?

Creo que en primer lugar hay que desterrar la idea de que una visita de un presidente al papa conlleva soluciones mágicas. Como dijo Francisco en los días previos a su visita a México hace unas semanas, él está dispuesto a ser un mediador ante situaciones de injusticia, pero así como dijo esa vez no se podía esperar que el solo solucionase los problemas que aquejan al país Azteca- narcotráfico, pobreza, desigualdad, inseguridad, violencia- una visita que suele durar en promedio 30 minutos tampoco puede hacerlo. Por otra parte, un presidente no viaja al Vaticano para hacer acuerdos económicos o buscar inversores. En el caso puntual de Macri, el apoyo del Papa puede tener un impacto social. Bergoglio sigue siendo una figura muy influyente en la Iglesia Católica Argentina y no tengo dudas de que va a ayudar a construir situaciones de dialogo siempre que se lo pidan.

-¿Qué significado tiene la entrega del Rosario a Milagro Sala?

Cualquier lectura al respecto son meras conjeturas, ya que el único capaz de responder a esta pregunta es el propio Papa. Si hay muchas cuestiones a tener en cuenta que pueden generar varias opiniones, pero quedan en el lector. Por empezar, los interlocutores de la líder Tupac Amaru pidieron una carta. El pontífice en cambio mando un rosario, sin decir nada al respecto. Cabe destacar que también envió un rosario- una herramienta de oración y conversión en el catolicismo- a los jueces que investigan las causas de corrupción del Kirchnerismo. Por otro lado, están las palabras de Monseñor Víctor Fernández, rector de la Universidad Católica Argentina, quien dijo que «Es coherente que el Papa haya enviado un rosario a una presa que todavía no está en condiciones de recibir una condena, porque de hecho hizo lo mismo con culpables ya condenados por delitos muy graves. Es más: ha visitado cárceles y ha repartido rosarios en lugares repletos de criminales peligrosos.» Los matices del gesto son muchos, pero en mi opinión es herrado leerlo tanto como una crítica al gobierno nacional y como una señal de apoyo a la dirigente social.

PAPA

– ¿Cómo ve la acción de Francisco?

-Creo que la Carta Magna del pontificado de Francisco está construida sobre tres pilares fundamentales: su pasión por los que se encuentran en la periferia de la sociedad, es decir, los pobres, los refugiados, las personas sin hogar. Por otro lado, busca renovar en la iglesia el espíritu misionero, es decir, esa idea de “salir de la sacristía a la calle.” Y por último, su hincapié en la misericordia y el ser misericordiosos, que no implica solo perdonar sino también ver en las necesidades del otro a Cristo, “tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, fui extranjero y me recibieron.”

– ¿Cómo ve los resultados y quiénes son los principales destinatarios?

-Creo que se puede hablar de un “efecto Francisco” en las bases de la Iglesia. Hasta el momento fue tremendamente dinámico en llevar la atención hacia la injusticia social a nivel internacional, hablando reiteradamente de los pobres, los excluidos, los perseguidos por motivos religiosos, el cambio climático. Y los destinatarios, creo yo, somos todos. Sus mensajes tienen siempre distintas capas, es decir, cuando habla sobre la corrupción y el narcotráfico, se dirige por un lado a los gobernantes y las fuerzas de seguridad, que tienen el deber de actuar. A la sociedad en riesgo de caer presa del vicio de la droga o el “dinero fácil,” pero habla también a los sacerdotes, religiosos y laicos que tiene sus propias responsabilidades, porque en sus palabras, nadie puede permanecer ajeno al flagelo de la droga. Se dirige a las víctimas, tratando de ser un apoyo, pero también se dirige a los criminales cuando visita las prisiones, ofreciéndoles la posibilidad de convertirse y cambiar de vida. Los resultados solo se pueden medir con el tiempo.

– ¿Cree que le resulta difícil llevar adelante la tarea?

-Sin lugar a dudas se trata de una tarea titánica, con los ojos del mundo puestos en él para ver que dice y que no dice, si cambia o no las enseñanzas de la iglesia (por ahora no ha tocado una coma), y con políticos, periodistas y el público en general siempre dispuesto a interpretar, re interpretar, y muchas veces tergiversar lo que dice. De aquí que siempre termine todos sus discursos con el famoso “recen por mí.”

Nota relacionada:

Fotos: enviadas por María Inés San Martín.