Por Candelaria de la Cruz

“Luego de 74 días de guerra, nadie pensó que entre nosotros se iba a colar la muerte, pero nos acompañó hasta Argentina y poco a poco fue haciendo su trabajo”, expresó en un video el ex combatiente y Veterano del Regimiento 7 de la Infantería de La Plata, Sergio Adrián Pérez con la intención de dar a conocer realidad psicofísica de los héroes de Malvinas a 36 años de la vuelta al continente.

En el conflicto que comenzó el 2 de abril de 1982 cuando el gobierno de facto argentino dispuso el desembarco militar en las Islas Malvinas, participaron por el lado argentino 23.428 combatientes, según datos oficiales del Ministerio de Defensa de la Nación. De este total, aproximadamente 10.600 pertenecían a la Armada (fuerza marítima), 10.300 al Ejército (es decir, a la fuerza terrestre), 2.300 a la Fuerza Aérea, y unos 200 a Gendarmería y Prefectura (ambas fuerzas dependientes hoy del Ministerio de Seguridad).

De ese total, en los 74 días que duró el conflicto bélico, unos 649 soldados argentinos perdieron la vida. 

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Pasaron casi 37 años y el fantasma de la muerte siguió presente entre los hombres que volvieron. Suicidios y enfermedades como consecuencia de lo vivido, es una realidad que muchos de ellos, no pudieron dejar en las islas.

«Cada uno sabía lo que tenía que hacer y en el medio, como único juez estaba Dios y la muerte, aveces ganaba la muerte, de los dos lados, ingleses y argentinos y aveces Dios y volvíamos heridos o lastimados al continente. Pero la muerte nos persiguió hasta nuestro país»

La cifra resulta tan alarmante como oculta. Es que en Argentina muere un veterano de Malvinas cada 24 horas, todos ellos, como consecuencia de los traumas que les dejó un batalla totalmente injusta.

La mayoría de los héroes, no supera los 56 años pero su salud se asemeja a la de una persona 30 años mayor. Los primeros síntomas al volver de la guerra fueron los suicidios, pero luego las enfermedades también comenzaron a mostrar la cara más cruel de la guerra. En diálogo con Conclusión, el actual presidente e integrante del Centro de Ex Soldados Combatientes de Malvinas de Rosario, Claudino Chamorro, reafirmó la preocupación expresada por su par de La Plata y aseguró que muchos de sus compañeros están sufriendo “problemas cardíacos, cáncer, acv’s, diabetes y otras enfermedades.» “A los 50 años todavía estamos sufriendo las fuertes secuelas que nos dejó la guerra”, expresó.

Si bien el Estado argentino no desconocía la realidad, los estudios psicofísicos comenzaron a realizarse hace no más de diez años, gracias a la lucha de los mismo ex combatientes. Aunque una gran cantidad de veteranos todavía están esperando.

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“La evaluación post guerra se hizo mucho años después. En mi caso, en 2011, pero se debería haber hecho cuando volvimos. Nos mandaron a nuestras casas como estábamos y en otro casos nos tuvimos que dar en el batallón hasta cumplir el año de servicio”, contó Chamorro.

Este jueves, otra mala noticia llegó a los oídos de los veteranos. Marcelo Martínez falleció luego de varios meses de agonía como consecuencia de un tumor cerebral, proveniente -quizás- de unas esquirlas que le entraron en un bombardeo en las Islas que le voló media cabeza.

“Estamos todos unidos, nos contenemos entre todos y cada uno tiene su familia. Pero a pesar de todo eso, las secuelas quedan y no se van a ir nunca”, concluyó.