Por Fabrizio Turturici

Mirada crítica y lengua filosa, un combo explosivo a la hora de pensar en la Argentina de hoy. Y mucho más, cuando quien encarna dichas condiciones es un reconocido periodista y analista político como Raúl Acosta.

El “Bigote”, histórico conductor radial de La Ocho, en entrevista exclusiva de Conclusión, criticó con dureza tanto al actual Gobierno como al pasado. Además, opinó –entre tantas cosas– sobre el país que dejó Cristina Fernández de Kirchner. “No es el país que deja, es el que le dejamos que hiciese. En ese país que su grupo regenteó no existía la democracia liberal ni la justicia social. Le agregaron código narco, corrupción estructural y miedo urbano. Cinco problemas básicos que construimos entre todos. Y no podemos salir de una monarquía populista sin entender que somos, aún somos parte”. afirmó.

Siguiendo la misma línea, en uno de los momentos más tensos de la nota, Acosta reflexionó sobre el peronismo. “Es una forma de construir poder desde el poder”, comentó y agregó: “Un ordenamiento vertical y militar de la sociedad; así fue construido. La comunidad organizada lo era alrededor de un líder: el líder paternalista, revanchista e ilegalmente justiciero. Lo que le pasa a la Argentina es el peronismo. Ya es genética social lo que nos sostiene”, disparó.

Por otro lado, «Bigote» se remontó a la génesis de la famosa “grieta” que separa a los argentinos. “Cuando en la campaña de diciembre de 1945, que duró hasta febrero de 1946, la decisión Braden o Perón fue la oferta, la división se convirtió en herramienta de política estructural”, prosiguió.

«Ya lo planteó Carl Schmitt, con la consigna ‘amigo/enemigo’ para las relaciones, y el deber político es tornarlas favorables. Lo que hace es simplificar a Sun Tzu, que sostenía que si eliges bien tu enemigo, ganarás la guerra”, consignó Acosta.

Asimismo, el periodista no se privó de responsabilizar, con nombre y apellido, el principal problema de Argentina. El mismo es que “el grupo de Cristina corrió los límites del bien y el mal; cambió las leyes. Robar y mentir no es pecado, ni crimen, ni tiene castigo. Ese corrimiento de los límites remite a la división, y la profundiza”.

Cambiando el foco, Acosta analizó las primeras medidas económicas de Mauricio Macri: “Este gobierno aún no se miró el ombligo. Es el plan B de los votantes, que no querían a Scioli, inepto testaferro de Cristina y su grupo. El voto popular lo rechazó”.

“Mauricio Macri no reúne ideas sino personas y un plan de gobierno en un proyecto. No lo tiene en las tres prioridades del contrato social: seguridad, salud y educación. Tiene, eso sí, una memoria empresarial que define por balance si la gestión es buena. Con Macri estamos en problemas de gerencias, sectores de la empresa y calidad de los gerentes regionales. En octubre de 2017 se verá qué pasó con él y con nosotros. El grupo levantisco de Cristina reniega de la democracia liberal. Ese es un problema serio”, consideró el analista político.

Cruzando al plano local para hablar de Rosario, Acosta reflejó que “es una ciudad región que aún no entiende la bicefalia provincial y su dependencia con Buenos Aires. Su origen plebeyo la identifica, allí su fuerza y también su complejo. Rosario es ABC1 sin subte ni Obelisco”.

Por último, al ser consultado sobre si cambió algo en cuanto a la seguridad provincial y local, el popular «Bigote» destacó que “pretender seguridad local o regional en mitad de un territorio nacional y subcontinental contaminado y dominado por el código narco, es preguntar equivocadamente y llegar a resultados engañosos. Repito: código narco, corrupción estructural y miedo urbano. Esos problemas pertenecen al siglo XXI. Y aún no resolvimos democracia liberal y justicia social, deudas del siglo XX. Finalmente cambiamos. Estamos peor”.