El presidente afgano Ashraf Ghani declaró este domingo un cese el fuego de tres meses con los talibanes, con la condición de que ellos también interrumpan los combates después de un reciente aumento de la violencia en el país.

«Anuncio un nuevo cese el fuego a partir de mañana (lunes) hasta el aniversario del profeta (el 21 de noviembre), a condición de que los talibanes hagan lo mismo», afirmó el jefe de Estado en una intervención televisada.

En junio había declarado un primer alto el fuego de unos pocos días, al final de la celebración del ramadán (mes de ayuno sagrado musulmán).

El anuncio se produce después de que en los últimos diez días, Afganistán sufriera nuevos episodios de violencia extrema. El 9 de agosto, los talibanes lanzaron un ataque contra Ghazni, ciudad estratégica situada a dos horas de ruta de Kabul.

El ejército afgano, apoyado por decenas de ataques aéreos estadounidenses, batalló varios días para lograr expulsarlos.

El ministro de Defensa afgano, Tariq Shah Bahrami, comunicó un balance de al menos 100 soldados muertos en los combates, además de entre 20 y 30 civiles.

El representante especial de la ONU en Afganistán, Tadamichi Yamamoto, citó por su parte estimaciones que dan cuenta de entre «110 a 150 víctimas» civiles en Ghazni.

Los talibanes también conquistaron una base del ejército afgano en el noroeste, mientras que la semana pasada un atentado del grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra una escuela en Kabul provocó la muerte de al menos 37 personas, en su mayoría adolescentes.

«Apoyo» paquistaní

El anuncio del cese el fuego fue inmediatamente saludado por Pakistán, país vecino acusado por las autoridades afganas de apoyar a los insurgentes, especialmente suministrándoles refugio de su lado de la frontera.

«Pakistán apoya totalmente todos los esfuerzos de ese tipo que contribuyan a facilitar la estabilidad y la paz duradera en Afganistán», indicó su ministerio de Relaciones exteriores en un comunicado, y llamó a «todas las partes (…) a respetar un cese el fuego».

El viernes, el presidente afgano Ashraf Ghani, quien pasaba revista a las tropas en Ghazni, había pedido al nuevo primer ministro paquistaní, Imran Khan, «investigar» sobre el asalto de Ghazni, y afirmó que los talibanes que participaron están siendo atendidos en hospitales paquistaníes.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, también saludó a través de la red Twitter el anuncio del presidente afgano. «Animo a los talibanes a mostrar que se preocupan por la suerte de los afganos al respetar» el cese el fuego, agregó.

Un primer cese el fuego de tres días se aplicó a mediados de junio para el fin del ramadan, algo nunca visto desde que la coalición internacional liderada por Estados Unidos sacó a los talibanes del poder en octubre de 2001, tras los atentados del 11 de septiembre de aquel año en Nueva York y Washington.

Una nueva tregua era esperada coincidiendo con las vacaciones del Aid el Kebir (una de las mayores festividades para los musulmanes, que se celebra en los próximos días).