El papa Francisco afirmó hoy a bordo del vuelo de regreso a Roma, que «no es injusto» que Bolivia se plantee la salida al mar, «sobre todo después de una guerra», en alusión a la del Pacífico en 1879, y consideró que una mediación papal entre ese país y Chile sería «algo muy delicado» y un «último paso».

«Siempre hay una base de justicia cuando hay cambio de límites territoriales, y sobre todo después de una guerra. Yo diría que no es injusto plantearse una cosa de ese tipo», dijo sobre si era justo el reclamo de Bolivia de recuperar su salida al mar.

Respecto al conflicto entre La Paz y Santiago sobre la reivindicación boliviana de un acceso al mar, Francisco recalcó la importancia del diálogo y recordó que el asunto está detenido tras la presentación de un recurso a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya. «Estando (el tema) en un tribunal internacional no se puede hablar de mediación. Hay que esperar», aclaró.

Por su parte, el canciller chileno, Heraldo Muñoz, señaló esta tarde que respeta los dichos del papa Francisco de que el anhelo de Bolivia de obtener una salida soberana al mar «no es injusto», y agregó que «valoramos su llamado al diálogo», además de insistir en la propuesta realizada la semana pasada a La Paz de restablecer las relaciones diplomáticas «sin condiciones».

«Me parece bien que (el Papa) mencione que no corresponde ninguna mediación, ninguna intervención cuando está pendiente la demanda ante el tribunal de La Haya, nosotros respetamos sus palabras e insistimos en nuestra posición que está basada en el derecho internacional», dijo el canciller en La Moneda, sede del gobierno.

Muñoz agregó que «Chile está disponible para reanudar relaciones diplomáticas de inmediato y sin condiciones, porque nosotros no exigimos nada a cambio; lo que quiere Bolivia es que Chile ceda territorio para establecer relaciones diplomáticas y eso no es aceptable. Chile está disponible para hacerlo sin condición alguna».

En tanto, al ser consultado sobre el anhelo de Bolivia de obtener una salida con soberanía al Pacífico, el canciller indicó que «la otra parte puede anhelar, una cosa es una aspiración de salida al mar porque por tratado Bolivia tiene acceso al mar, nosotros estamos dispuestos a mejorar el régimen de acceso al mar, sí, a entregar territorio no, porque eso va en contra de un tratado y eso hay que respetarlo», puntualizó.

El papa Francisco puso como ejemplo de sus dichos la intervención del Vaticano entre Argentina y Chile para evitar una guerra, con «San Juan Pablo II interesándose», pero aclaró que en aquella situación ambos países estaban de acuerdo.

Recordó que hubo un grupo en Argentina que nunca quiso esa mediación y, cuando el presidente Raúl Alfonsín hizo el plebiscito sobre si se aceptaba la propuesta de mediación, «obviamente que la mayoría del país dijo que sí, pero hubo un grupo que se resistió».

«Siempre cuando se hace una mediación, difícilmente todo el país está de acuerdo. Pero es la última instancia. Siempre hay otras figuras diplomáticos que ayudan, como es el caso de los facilitadores», dijo.

El Papa explicó que en este momento tenía que ser «muy respetuoso» con este tema, pues Bolivia ha presentado un recurso ante un tribunal internacional y cualquier comentario, como jefe de un Estado que es, «podría ser interpretado como inmiscuirme o una presión o algo» inconveniente.

«Tengo que ser muy respetuoso de la decisión que tomó el pueblo boliviano que hizo ese recurso», agregó.

El cardenal chileno Francisco Javier Errázuriz, dijo el papa, le explicó que hubo un momento en el que se estuvo muy cerca de alcanzar un acuerdo cuando era presidente de Chile Ricardo Lagos, pero dijo que no sabía si esto era así.

Hizo referencia al discurso que pronunció en la catedral de La Paz durante este viaje a Ecuador, Bolivia y Paraguay, que hoy concluye, y cómo quiso afrontar este tema «de una manera muy delicada, teniendo en cuenta la situación del recurso al tribunal internacional».

En aquella ocasión, Francisco pidió a los hermanos de ambos países dialogar frente a los conflictos, y tras un silenció dijo: «pienso en el mar» y continuó pidiendo diálogo.

«Quede claro que mi intervención fue una intervención a este problema, pero respetando la situación como está planteada ahora», precisó.

Sin embargo, contó que en 1961, cuando estaba en primer año de Filosofía, vio un documental llamado «Diez estrellas», en el que se mostraban los nueve departamentos bolivianos y, al final, se mostraba como décimo uno en el que sólo se veía el mar, sin ninguna palabra.

«Me quedó grabado. Eso era en el año 61, y ya entonces se veía que había un anhelo de recuperar el acceso al mar», aseguró en la rueda de prensa en el avión tras su viaje de regreso al Vaticano.