El padre de la médica tucumana que murió tras caer de un parapente acusó al instructor que llevó a su hija de entorpecer la investigación y aseguró -en declaraciones a Télam- que se siente conforme con su detención, aunque aclaró que le «hubiera gustado que quedara detenido al poco tiempo del accidente».
«Cuando mi hija cayó al vacío, Salazar se reunió con otros parapentista y su abogado para asesorarse sobre lo que debía decir y esconder la cámara que grabó el momento del accidente», dijo Juan José Vargas, papá de Natalia, la médica de 22 años que murió el pasado 29 de diciembre.
Vargas sostuvo: «me parece bien que Ariel Salazar (el piloto) por fin sienta un poco la presión de la Justicia porque hasta el momento vivió como si no fuera responsable de lo que le pasó a Natalia, pero me hubiera gustado que quedará detenido al poco tiempo del accidente y no casi un mes después».
En diálogo con Télam, Vargas afirmó: «veo positiva la detención de Salazar, él se encargó de obstruir la justicia desde el momento en que se produjo el accidente».
Si bien el piloto está acusado de homicidio culposo -delito que es excarcelable-, fue detenido ayer por la noche por la División de Homicidio, un mes después del accidente, por entorpecer la investigación, informaron voceros policiales.
La Justicia lo acusa de ocultar las imágenes del hecho que filmó con una cámara y de no haber informado su verdadero domicilio.
«Estoy de acuerdo con la forma en la que el fiscal López Ávila lleva adelante la causa, tengo entendido que tuvo que realizar un operativo para detener a Salazar, que por lo que sé estaba escondido en otro domicilio», señaló el padre de la joven.
Mañana,Vargas se presentará en los tribunales penales para retirar una copia de los expedientes de la causa acompañado por sus abogados Sergio Faiad y Mario Correa.
Natalia era oriunda de la ciudad de Concepción y vivía hace tres años en Alemania, donde realizaba una residencia médica. Había viajado a la provincia para pasar las fiestas con su familia.
El 29 de diciembre, la joven de 22 años junto a un grupo de amigos decidió volar en parapente en el cerro San Javier.
Minutos después de haber iniciado el vuelo, Natalia cayó desde unos 120 metros de altura y su cuerpo fue encontrado tras varias horas de búsqueda en medio de la vegetación y a unos 200 metros de la pista de despegue en Loma Bola, en el cerro San Javier, a 6,7 kilómetros de la capital tucumana.