El papa Francisco transmitió un fuerte mensaje este martes, en el que se conmemora el Día Mundial contra la Trata de Personas, lo que definió como «una reducción a la esclavitud» y una «enfermedad de la humanidad».

“Oremos para que el Señor libere a las víctimas de la trata, y para que nos ayude a responder activamente al grito de socorro de tantos hermanos y hermanas privados de su dignidad y libertad”, expresó el Pontífice desde su cuenta de Twitter.

Para el Papa, la trata de personas «es una herida a la conciencia colectiva, un desvío del imaginario actual. La mentalidad de que una mujer debe ser explotada como una mercancía para usar y luego arrojar es patológica».

En ese contexto, la definió como «una enfermedad de la humanidad» y «una forma incorrecta de pensar de la sociedad», a la vez que “un crimen de lesa humanidad”, pues “constituye una violación injustificable de la libertad y la dignidad de las víctimas, dimensiones constitutivas del ser humano deseado y creado por Dios”.

Luego, el Papa pidió «liberar a esas pobres esclavas», como un «gesto de misericordia y un deber para todos los hombres de buena voluntad».

Francisco se reunió en varias ocasiones con mujeres víctimas de trata, y algunas instituciones del Vaticano, como la Pontificia Academia de Ciencias, propuso en varias oportunidades seguir el modelo de legislación sueca de castigo a los clientes como herramienta para combatir el problema.

En el año 2013, la Organización de Naciones Unidas (ONU) decretó el 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata.

Aproximadamente son 40 millones de personas las que fueron víctimas de trata en todo el mundo en el año 2016, según la Organización Mundial del Trabajo (OIT).

En tanto, el 72% de las víctimas son mujeres y niñas, según datos del informe sobre trata de personas publicado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) en 2018.