LUNES, 02 DE DIC

El espacio de seguridad vial infantil de la Provincia pone el foco en el sujeto más que en las normas

Más de 12000 chicos de nivel primario de 65 localidades participaron en del circuito vial que recorre pueblos y ciudades y que propone cambiar de la enseñanza de los saberes propios de un conductor de automóvil a las realidades viales de los niños.

 

Entre la emoción de decenas de chicos que hacen cola frente al circuito para vivenciar eso tan desconocido y fascinante como la conducción un vehículo y la necesidad de transmitir una nueva cultura vial se ubica el trabajo de los promotores de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) que recorre varias veces por semana localidades tan distantes entre sí como Florencia al norte de la provincia y Villa Constitución, en el extremo sur.

La tarea del organismo provincial de incorporar nuevas prácticas de convivencia en la vía pública se convierte en un verdadero desafío si pensamos que hay una sociedad que lejos de resistirse a la cultura del individualismo se ensimisma cada vez, en el marco de una lógica de mercado que pugna por imponer a través de publicidades y discursos sociales varios los valores de éxito y progreso que no tienen en cuenta el registro de un “otro”.

El Espacio Educativo de Seguridad Vial de la APSV recorre localidades de la provincia y ya participaron más de 12.000 chicos pertenecientes a escuelas de nivel primario y a familias que se acercaron a los distintos eventos durante los fines de semana. El espacio tiene como objetivo ofrecer una instancia de educación y concientización no formal utilizando recursos útiles y favorecedores del proceso de enseñanza-aprendizaje de contenidos viales.

El Director del área encargada de gestionar este recurso, Sebastián Kelman, valora el recorrido filosófico que hace el circuito vial en torno al abordaje pedagógico-didáctico que busca promover la educación vial como estrategia para reducir los siniestros de tránsito, que como conocemos, constituye una de las causas importantes de mortalidad y/o de reducción de la calidad de vida de la población. El funcionario sostiene que “la educación vial es un eje fundamental y transversal en nuestras prácticas de enseñanza para la convivencia; donde algunos de los aprendizajes de la vida cotidiana que los estudiantes portan pueden ser desnaturalizados y puestos a debate en un encuentro con nuevos conocimientos”.

Normas y valores

Durante muchos años la educación vial se centró en la enseñanza de las señales de tránsito y de los saberes propios del conductor de automóvil a niños pequeños que se enfrentan a otras realidades viales.

Así, se suele caer en el error de transmitir a los niños pautas de la conducción cuando ellos en realidad utilizan la vía pública como peatón, ciclista o pasajero.

En el espacio educativo de la APSV los promotores viales incluyen en el juego la reflexión sobre el riesgo y la percepción del mismo, las diferencias entre los mitos viales con respecto a las leyes de la física y las responsabilidades en cada sujeto en la construcción de la cultura y el espacio vial.

La propuesta es formar al ciudadano que transita, cualquiera sea el medio o la forma que utilice para desplazarse.

Abordar las normas de tránsito en el marco de una reflexión sobre la articulación entre los problemas de circulación, las normas pensadas para resolverlos, el contexto geográfico específico y las
características de los sujetos sociales involucrados.

La propuesta educativa

El espacio está conformado por diversos elementos pensados como recursos pedagógicos, adaptados a la edad de los niños y a las necesidades de la educación vial para aprender las normas de tránsito y los elementos que hacen a la circulación. La participación de los niños en el circuito implica diversos momentos y responsabilidades. El objetivo es formar a los niños a través del juego y al culminar el circuito se les otorga una licencia simbólica. Los coordinadores trabajan en actividades secuenciadas, acompañadas de explicaciones y ejemplos.

El espacio propone ser un espacio de reflexión integral, destinado tanto a los niños como a los padres y docentes que deseen acompañar este proceso de aprendizaje de las normas y los valores viales a través del juego. Consta de una pista de educación vial y juegos temáticos destinados a concientizar a los chicos sobre conducción segura. La pista se recorre en cartings y para utilizarlos es
fundamental colocarse un casco y el cinturón de seguridad, tal como en la vida real.

Previo a este momento los coordinadores de la APSV brindan a los chicos una charla introductoria al tema de la seguridad vial, haciendo hincapié en los roles de pasajero, ciclista y peatón, que son los que se protagonizan en la vía pública durante la infancia.

El espacio de seguridad vial visita municipios y comunas durante todo el año proponiendo el aprendizaje de las normas a través de situaciones de tránsito que privilegian el desarrollo de actitudes
responsables y seguras y concientizando acerca del costo que conllevan los siniestros viales en nuestra sociedad.

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