Distintos actores y actrices de Hollywood profesan su profunda fe cristiana, algunos provienen de familias católicas, mientras que otros encontraron esa fe a lo largo de su vida y se han convertido al cristianismo.

Entre los de nuestro tiempo tenemos a Mickey Rourke, actor, guionista y ex boxeador. Creció yendo a clases de catecismo, y la primera etapa de su vida fue en la Iglesia Católica. Su padre era muy devoto y lo recuerda rezando diariamente de rodillas. Pero su verdadera conversión sucedió cuando su esposa fue violada y salió con un arma para matar al violador. Y en el trayecto entró en la Iglesia de la Santa Cruz cerca de Times Square y se puso a llorar, debido a las cosas oscuras que había en su vida.

Entonces el Padre Peter Colapietro se detuvo a conversar con él, le quitó la pistola, le hizo dejar una nota a San Judas, patrón de las causas imposibles, y le dijo que su vida no podía terminarse allí, que todavía podía comenzar de nuevo. Y hoy manifiesta, «si no fuera católico me hubiera volado los sesos».

Otro actor católico notorio es Mark Wahlberg, también modelo, cantante y productor. Durante su adolescencia pasó por la cárcel y reconoce que cometió un montón de errores. Y hoy Mark dice que todo lo bueno que ha sucedido en su vida ha sido a causa de su fe. Y que pasa una gran parte de su día dando gracias a Dios por todas las bendiciones que le ha concedido. Que si todo se acabara hoy, estaría feliz, porque su vida ha tenido un itinerario maravilloso. Confiesa que lo primero que hace al comienzo del día, es arrodillarse y darle gracias a Dios. Y cuando sale de su casa, lo primero que hace es parar en una iglesia.

También es católica Nicole Kidman, que fue criada como católica, pero sin embargo estuvo casada con Tom Cruise, que la llevó a la Cienciología. Luego se divorció y obtuvo la anulación canónica de su primer matrimonio guiada por el padre Paul Coleman, y se casó con el cantante Keith Urban. Y el providencial alcoholismo de su nuevo esposo unió más a ambos cónyuges cuando trabajaron para combatirlo.

Ella decidió estudiar teología en la Universidad, como forma de regresar a sus raíces católicas. Y hoy dice que el catolicismo la guía, inspirada en la fe de sus padres, a los que describe como poseedores de una fortísima conciencia social. Declara que va a misa regularmente y se confiesa, y participa activamente en la recaudación de fondos para obras de caridad.

 

El siguiente es Mel Gibson, actor, director y productor, de familia católica, y cuyos dos primeros nombres le fueron puestos en honor a dos santos irlandeses. Quizás haya sido el católico que ha aportado más a la evangelización debido al éxito de su película «La Pasión de Cristo», de la que ahora prepara una segunda parte llamada «La Resurrección». Diariamente durante la filmación, los actores de «La pasión» concurrían a una misa organizada por Mel.

También está Jim Caviezel, protagonista precisamente de «La Pasión de Cristo», quien testimonia que esta película lo hizo profundizar en su Fe. Porque dice que si no hubiese pasado por el sufrimiento no hubiera podido lograr la actuación que hizo. Durante la película sufrió hipotermia durante 5 semanas consecutivas, al ser elevado en la cruz se le dislocó el hombro, sufrió neumonía, vómitos y fue alcanzado por un rayo. Nació en una familia católica y la religión y el deporte marcaron su infancia y adolescencia.

Está casado con una profesora de secundaria y tiene tres hijos adoptados de origen chino con necesidades especiales, sobre quienes dice «cada mañana al despertar me arrodillo para dar gracias a Dios por tenerles conmigo». Rechazó hacer escenas de amor con Jennifer Lopez y Ashley Judd debido a sus convicciones católicas.

Otro actor y productor es el mexicano Eduardo Verástegui. Él cuenta que después de 10 años de carrera se dio cuenta que le faltaba algo, experimentó un vacío en el alma y pasaron cuatro años duros. Se le cruzó por la cabeza irse de Hollywood de misionero a la jungla por dos años, para discernir qué quería Dios de su vida. Y para limpiar el polvo que traía su alma por tantos años de vivir una vida mundana, así que vendió todo. Pero el padre Juan Rivas le aconsejó no irse, que le diera esos años a Hollywood, porque también es una jungla.

Él le dijo «te tienes que quedar aquí, aquí fue donde Dios te tocó, aquí fue donde Dios te abrió los ojos y no estás solo porque Dios más uno es un ejército, y Hollywood no le pertenece a los estudios, le pertenece a Dios y tenemos que recuperarlo». Y así Verástegui, un católico de misa diaria, se juró a sí mismo que no participaría de ningún proyecto que «ofendiera a Dios». Y hoy quizás sea uno de los actores de Hollywood que dedica más tiempo a dar testimonio de su cambio.

Es un militante pro vida y fuertemente mariano. Y en la época de oro de Hollywood, que duró hasta los años ’60, Dios también suscitó testimonios de actores católicos.

Podemos citar al actor y director Sir Alfred Hitchcock, nacido en una familia católica y que asistió a un colegio jesuita, pero mantuvo durante su vida una relación de amor-odio con su fe. Fue un católico practicante durante la mayor parte de su vida. Iba a misa semanalmente, y hacía calladamente donaciones a iglesias y caridades católicas.

Tuvimos a Loretta Young, que cometió varios pecados durante su vida, pero en 1988 vio en Medjugorje una esfera de oro pulsante crecer del tamaño de un aguacate al tamaño de una sandía, y cambiar del color rojo, al verde y al blanco y apareció una hostia en el centro. Fue así que comenzó a orar el Rosario todos los días, y a ayunar los miércoles y los viernes. Allí también experimentó milagros de curación.

Otro famoso caso es el de John Wayne, de una familia presbiteriana, que la providencia y sus esposas lo fueron guiando hacia la Iglesia Católica. Su nieto, el sacerdote Matthew Muñoz, cuenta que su abuelo fue bautizado como católico en su lecho de muerte. Y también podemos mencionar a Sir Alec Guinness, que descubrió providencialmente la fe cuando luego de filmar unas escenas para una película actuando de sacerdote en Francia.

Salió a caminar por la campiña con la sotana puesta y un niño lo tomó de la mano y le habló en francés muy amigablemente. No entendió lo que el niño le decía, pero las acciones del niño lo conmovieron y reflexionó que una Iglesia que podía inspirar tanta confianza en un niño era digna de ser considerada. Y cuando su hijo tuvo polio oró a Dios por su curación y comenzó a reunirse con un sacerdote católico, hizo un retiro en una abadía trapense, asistió a misa con Grace Kelly mientras trabajaba en una película y finalmente se convirtió.

También Shia LaBeouf, que se convirtió protagonizando al Padre Pío en una película. Y ha declarado que siente más la fe concurriendo a misas tradicionales en latín.

Y Dolores Hart, famosa actriz de la época dorada de Hollywood, que en lo más alto de su carrera y a punto de casarse, decidió iniciar una vida consagrada a Dios en la Abadía Benedictina Regina Laudis, de la que más tarde sería superiora.