A dos semanas del balotaje en Brasil, las campañas del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y el actual mandatario, Jair Bolsonaro, intensifican una agenda en torno a «valores», con acusaciones de satanismo y canibalismo, mientras analistas advierten acerca de los prejuicios en torno a los votantes religiosos, que serán clave para la definición de la elección en un país en el que más de la mitad de la población cree que política y credos no son asuntos separados.

Durante la primera etapa de la campaña electoral, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) se focalizó en propuestas en clave económica y Bolsonaro dispuso la continuidad del subsidio Auxilio Brasil -excepcional por la pandemia- y la reducción del precio de los combustibles.

«No se habla de economía ni de planes de gobierno, se habla de una agenda moral. Son temas importantes porque en los últimos 50 años Brasil está atravesando una revolución silenciosa, que es el cambio de una religión a otra. Sigue siendo el país católico más grande del mundo, pero en diez años, según proyecciones estadísticas, se convertirá en protestante», explicó el etnógrafo brasileño Juliano Spyer, autor del libro Povo de Deus.

Además, el investigador dijo que «es algo que viene de abajo de la sociedad» porque el mundo evangélico, principalmente pentecostal, tiene rostro «negro, pobre, periférico y mayoritariamente femenino, y son personas que se preocupan por el tema de la moralidad», añadió el etnógrafo.

Por su parte, el politólogo Ariel Goldstein, autor del libro Poder Evangélico, «Bolsonaro ya había puesto de moda estas discusiones en 2018 y este año el slogan de la campaña es ‘Dios, Patria, familia y libertad'», sostuvo Goldstein.

Además, «ahora el PT pareciera que quiere atacar en ese mismo frente; le interesa acercarse a ese electorado, cada vez más influyente», señaló el politólogo.

El académico apuntó, que «las cúpulas de las principales iglesias (evangélicas) están más cerca de Bolsonaro», algo que no se traduce necesariamente en una indicación a los fieles por quién votar, pero «sí hay una visión del mundo compartida; sobre la familia, la cuestión de género, el aborto», que deriva en «una afinidad mayor entre Bolsonaro y estos pastores».

Para la periodista brasileña Anna Virginia Balloussier, especializada en temas de religión y política, coincidió en que «todos los grandes pastores evangélicos están con Bolsonaro» pero llamó la atención acerca de su capacidad para adaptarse, porque están «donde está el poder».

Agregó la periodista «siempre encontraron la manera de justificar su alianza con el gobernante de turno», explicó Virginia Balloussier, que tuvo a su cargo el blog Religiosamente, del diario Folha.