Por Gisela Gentile

Las organizaciones sociales y activistas independientes travestis y trans de todo el país, se han organizado en un Frente Federal para dialogar con el Poder legislativo y ejecutivo de manera horizontal y democrática. 

Un colectivo históricamente olvidado que parece ser invisible para muchos de los representantes del pueblo que ocupan bancas, ya sea a nivel local, provincial y nacional. 

Como en todos los ámbitos, la pandemia por el Covid-19 ha expuesto de manera cruda las diversas realidades y diferencias que existen en la sociedad. Siendo allí donde nuevamente se pudo ver las condiciones estructurales de precariedad y desprotección de este colectivo, principalmente de las travestis y trans, quienes deben enfrenar cotidianamente el sustento diario de manera informal y en la mayoría de los casos, ejerciendo la prostitución. 

El problema habitacional es sin dudas fundamental, ya que conseguir un lugar donde vivir sin garantías y trabajo comprobable, se convierte en una odisea plagada de irregularidades y abusos. 

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Por ello desde la conformación de este frente nacional indicaron que siguen “trabajando sin descanso como lo venimos haciendo históricamente  para que esta urgente necesidad sea un derecho, y no nos detendremos hasta que la última de nuestras compañeras travestis trans, y el último de nuestros compañeros trans, tengan igualdad de oportunidades para acceder al trabajo formal”. 

Un pedido de larga data que parece no llevarse delante de manera real y definitiva, “velaremos como siempre,  para que los intereses particulares no se interponga entre nuestras compañeras y compañeros más necesitadas y necesitados. El espíritu de este proyecto de ley es la reparación de nuestros derechos en materia laboral y de dignidad personal que nunca tuvimos”. 

Conclusión dialogó con Jackeline Romero, fundadora de Red Diversa Positiva que actualmente forma parte de dicho Frente federal. Siempre estamos en el camino de la búsqueda, haciendo el trabajo de hormiga, por ello hablé con amigas de Buenos Aires y de todo el país, incluso muchas compañeras de la provincia de Santa Fe, con las cuales coincidimos todas, todos y «todes», en torno a que es necesario el cupo laboral trans”. 

Lo importante es el trabajo y de ahí en más todo se va transformando.

Décadas esperando que el Estado bregue por satisfacer las necesidades básicas, “es un proyecto que viene a incluir puntualmente a las compañeras, yo lo llamo la garra del pulpo, ya que primero está el trabajo, y luego todo lo otro se va construyendo y consensuando después de estar insertas en el mercado laboral”, sostuvo la militante. 

Mediante plataformas virtuales se van desarrollando las reuniones que instan a avanzar sobre este tema tan urgente para una comunidad eternamente olvidada. “Ya tenemos consenso federal, de hecho seguimos reuniéndonos con la idea de poder avanzar sobre esto. Ya hemos charlado con varios diputadas y diputados, al igual que lo hemos hecho con senadores y senadoras”. 

Para finalizar Jackeline Romero reflexionó, “hoy lo importante es el trabajo y de ahí en más todo se va transformando, poder contar con un sueldo las y los habilita a ir haciendo lo que tengan ganas. Resultando fundamental el poder acceder a un trabajo digno y no estar en situaciones de precarización”.