La iniciativa fue impulsada por la edil radical Adriana Molina. El Concejo aprobó la propuesta con  por unanimidad y así, el vaso de chopp se convirtió en patrimonio cultural de la ciudad de Santa Fe.

“Esta forma particular de tomar cerveza que tenemos los santafesinos, forma parte indiscutible del patrimonio cultural único y de la identidad que distingue a nuestra ciudad a nivel nacional. Queremos que este modo especial de llamar a la cerveza tirada, de barril, que nació y se desarrolló en esta ciudad allá por 1930, tenga su lugar destacado y pueda ser promovido y difundido como un producto característico de los santafesinos», comentó la funcionaria Molina.

Entre 1920 y 1930 se instalaron las primeras dos cervecerías en la ciudad de Santa Fe; «Santa Fe» y «Schneider» eran los nombres de dichos locales. Las características climáticas y geográficas de la ciudad, permitieron su posible elaboración con resultado positivo.

Molina, refiriéndose a la iniciativa comentó que: «no solo tienen que ver con los sentimientos y costumbres de una comunidad si no que están encaradas pensando en la promoción de productos auténticamente locales como el liso, que da trabajo a mucha gente y que gusta tanto en el público de todo el país, por lo que debemos potenciarlo aun más».