Este viernes, 23 de abril, se celebra el Día internacional del Libro, una de las fiestas de carácter internacional que se celebra cada año en más de 100 países de todo el mundo, y la cual tiene una historia muy rica.

Un poco de historia

Para hablar del origen del Día del Libro hay que remontarse al año 1923, en Cataluña, cuando el escritor Vicente Clavel Andrés propuso a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona la celebración de esta festividad y posteriormente aprobada por el rey Alfonso XIII de España en 1926. El 7 de Octubre de 1926 fue el primer Día del Libro, poco después, en 1930, se instaura definitivamente la fecha del 23 de abril como Día del Libro.

Se escogió el 23 de abril en España ya que esta fecha es clave porque guardaba relación con el ámbito literario, pues fue el día en el que falleció Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega, en el año 1616.

Internacionalmente, el origen del Día del Libro se da en 1988, promovido por la UNESCO, comenzando a celebrarse en 1989 en varios países. Sin embargo, en 1995 fue cuando, gracias a la propuesta de la Unión Internacional de Editores (UTE) en conjunto con la UNESCO, se estableció que el Día del Libro se celebraría el 23 de abril para rendir homenaje a la literatura y fomentar la lectura entre la población.

Es así como en 1995, se aprobó proclamar el 23 de abril de cada año el «Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor«.

Día del libro en Argentina

Si bien la festividad se festeja a nivel internacional los 23 de abril de cada año, Argentina tiene su propia fecha de festejo local.

El Día Nacional del Libro se celebra en Argentina el 15 de Junio, fecha mejor conocida como “Fiesta del Libro”. La celebración comenzó en 1908 con la entrega de premios en un concurso literario organizado por el Consejo Nacional de Mujeres. Pero el Decreto № 1038 del Gobierno Nacional no lo declaró oficial hasta 1924. . Esta celebración fue creada con varios motivos: combatir el analfabetismo, fomentar la cultura, rendir homenaje universal a los libros y autores, y simplemente alentar a todas las personas a disfrutar del placer de la lectura.