Javier Herrera, juez de Paz de la localidad bonaerense de Daireaux dispuso secuestrarle el registro de conducir y anotar como deudor en el sistema financiero a un hombre que no cumplió con la cuota alimentaria.

Este fallo sienta un importante precedente ya que el magistrado consideró que el incumplimiento es una «derivación de violencia económica».

Herrera fue muy duro al respecto y sentenció que «el manejo autoritario del dinero y el control de los recursos por parte del varón pueden estar tan naturalizado que pocas veces se percibe como una forma de disciplinamiento o maltrato».

«En ese orden de ideas, más allá de la vulnerabilidad que presenta toda persona por el solo hecho de constituirse en víctima de un hecho de violencia -constituya o no delito, perpetrado en el marco de las relaciones de familias-, algunas de ellas se encuentran atravesadas por múltiples e interrelacionados factores de vulnerabilidad que las hace destinatarias de una tutela reforzada y preferencial», agregó.

Dentro del falló, el juez anotó al deudor como «riesgoso» en el sistema financiero y en la central de deudores que funciona bajo la órbita del Banco Central. «Como medida para compeler al deudor alimentario remiso al cumplimiento de sus obligaciones, corresponde adoptar la presente medida que le impida al mismo operar dentro del sistema financiero nacional, contratar servicios financieros, préstamos, cheques, créditos, tarjetas de créditos y a su vez exponerlo como deudor frente al sistema, para prevenir a las entidades financieras de su comportamiento, por lo que cabe ordenar su inscripción en la Central de deudores del Sistema Financiero la cual funciona bajo la órbita del Banco Central de la República Argentina, en la máxima categoría de riesgo», resolvió.