De acuerdo con documentos no publicados de la Agencia Para la Gestión de Emergencias norteamericana (Fema), obtenidos por Government Attic, se ha revelado un plan de emergencia para la preparación de otra masiva tormenta geomagnética, como la de 1859 conocido como el Evento Carrington.

Según informa ese organismo, esto podría causar daños inmediatos en muchísimos de los satélites que orbitan alrededor de la tierra, causando la interrupción de, por ejemplo, redes de telefonía móvil y del sistema de localización GPS. Esto, sumado al impacto electromagnético, indican podría generar daños graves en varias ciudades, sobretodo en las más densamente pobladas que dependen en gran medida de dispositivos y redes electrónicas, cuya interrupción podría inducir al caos.