Luego de la trascendencia que tomó el trágico caso de las dos mochileras argentinas asesinadas en Montañita, Ecuador, nuevamente una joven aparece en el centro de la escena al no poder ser localizada desde que ingresó a Bolivia.

Soledad Olmos, de 33 años, había partido desde Tigre el 4 de enero en un viaje en el que recorrió Tucumán, Salta y Jujuy. El 18 de febrero cruzó la frontera con el país vecino, y desde el 25 que no se conoce nada de su paradero.

Previo al 25, Soledad se comunicaba todos los días con su familia. Olga, su hermana, sostuvo que “no hubo un solo día” donde no le haya escrito, y que siempre le “informaba dónde estaba, qué lugares visitaba y con qué autos viajaba”.

Acerca de sus últimas comunicaciones, detalló: «El 18 de febrero ella cruzó la frontera y días después se empezó a comunicar desde el teléfono de un chico que estaba en un grupo con el que cruzaron”.

El último detalle que tuvieron fue que se dirigían rumbo a Copacabana, y según los investigadores desde el jueves 25 no se han utilizado ni su teléfono ni el del joven. La familia radicó la denuncia e Interpol trabajaba en el caso.