Por Gisela Gentile

Diego Rodríguez,  más conocido por los y las roldanenses  como “Diego el Mago Tv”, transita desde hace diez años, la colorida vida de hacer reír a los más pequeños en la ciudad de Roldán. Un camino que día tras día dignifica la cotidianeidad de las y los más vulnerables, que encuentran en cada carcajada, en cada muestra de afecto y contención, un pequeño alivio ante tanta desigualdad.

El camino de lo barrial, de lo popular, va por una calle paralela a aquellos que decidieron ligarse a lo que el mercado teatral infantil siempre ha impuesto. El arte suele llegar a los barrios de manera espasmódica y en algunas fechas puntuales, lo que hace que aquellos que menos tienen, no tengan la posibilidad de disfrutar de la cultura.

Sorteos con una ruleta al estilo kermesse, una calesita y montañas de pororó a la gorra, marcan a las claras el sendero inclusivo que viene transitando Diego el Mago TV. “Tanto la calesita como a los espectáculos los sostenemos con nuestros ingresos, autogestionamos nuestro arte. El arte no es considerado una profesión, un trabajo para el Estado, sin embargo, somos muy felices de poder compartir nuestro camino con los más pequeños. Nosotros entendemos a nuestro público, porque compartimos el mismo estrato social”, indicaba el artista popular entrevistado por Conclusión meses atrás.

Lamentablemente hoy, este trabajador de la cultura popular desde hace más de 27 años, se encuentra en una situación agobiante que pone el jaque su futuro económico y el devenir solidario que lleva adelante desde hace años. “El slogan del nuevo intendente en campaña era que iba a echar a todos los que no trabajaran, y como todos ya sabemos, quienes primero caen son los trabajadores en negro. En mis siete años que trabajé con la anterior gestión, no todo fue color de rosas, pero las labores que llevaba adelante me servían para poder mantener  a mi familia”, indicó el artista.

Diego vive hace diez años en Roldán y desde hace siete  se vinculó a la Municipalidad mediante un plan de trabajo llamado “de  viernes”. En su caso particular, llevaba adelante la propagadora (venta publicitaria mediante megáfonos), desde allí la municipalidad hacía visibles sus comunicados. “En campaña pude hablar con el radical Pro Daniel Escalante, quién me manifestó que todo lo que decían de él no era cierto, y que iba  apoyar el trabajo, ya que pretendía  un plan de cultura abierto. Más adelante, cuando gana la elección y asume, pido de hablar con él, lamentablemente  el trato ya no fue el mismo, realmente no fue amable”, sentenció.

Como cada semana y con miedo de que su trabajo en la propagadora sea vetado, Diego salió a recorrer las calles de la ciudad con la publicidad de la Municipalidad. “Cuando salgo, no solo me prohibieron hacer la publicidad de la Municipalidad, sino que me hicieron una multa, que luego me perdonaron por el reclamo que realicé, y no me permitieron hacer más las publicidades de mis otros clientes. Por ello desde el 10 de diciembre no puedo trabajar, y el dinero de los otros auspiciantes, tuve que devolverlo porque no pude llevarla  cabo durante el mes pactado”.

Según el artista popular, la propagadora fue la punta del iceberg, ya que desde el municipio tendrían como final ir por «La calesita solidaria». “Haciendo los papeles de todo lo que me demandan para la propagadora, me doy cuenta que en realidad venían por la calesita. Cuando voy a ver si finalmente me daban el permiso para la propagadora, me informan que por la calesita debía pagar impuestos (como si fuera un gran negocio). Destacando que por dar una vuelta en la misma no cobramos a los niños que concurren. Ellos se toman de que la hacemos a la gorra y que con eso estaríamos recaudando, por lo cual debo hacer los mismos trámites que te demandaría abrir un negocio”.

La gorra es algo simbólico, ya que las familias del barrio no colaboran siempre y lo hacen según sus posibilidades. “A veces hay niños que me dejan 10 pesos y yo les sigo la corriente porque veo con las ganas que traen ese billetito y me dicen «acá te pago mi entrada»,  y la idea de la gorra es justamente eso, que ellos se sientan que no todo lo reciben gratis y que tiene un valor”.

Juguetes, pororó, jugos y vueltas a la calesita son algunas de las actividades que Diego el Mago TV lleva adelante y de manera solidaria en la vecina localidad de Roldán. “Aquí las familias que vienen pueden poner alguna monedita pero no es obligación, lo que sí es seguro, es  que se divierten y se llevan una bolsa de pororó grande para compartir en familia, si hay jugo le damos jugo, golosinas, siempre algo compartimos. Mi idea es hacer realidad la igualdad que muchos niños no pueden experimentar. Entre niños no hay diferencias, las diferencias las hacen los adultos”, dijo apenado.

Para finalizar, el artista popular roldanense dejó un sentido y profundo  mensaje. “Vienen por la propagadora, mi calesita y mi arte. No solo me quieren callar, sino que también intentan perjudicarme en lo económico, pero lo que no saben es que somos una familia solidaria, si tenemos que sacarnos un plato de comida para seguir siendo solidarios, lo haremos. Son tantos los impedimentos que temo también que quieran ir por mi programa de televisión, realmente ya no sabemos qué harán, y resulta increíble que me persigan por ser peronista. Me siento muy solo y estoy preocupado por esta persecución, son muchas las personas que se están quedando sin trabajo. Que te persigan por como pensás, me remite a las épocas más oscuras de mi país, y eso no lo queremos para Roldán, ni para ningún lado. Quiero trabajar y seguir adelante con mis actividades solidarias, atacándome a mí, atacan a los sectores populares del lugar”, concluyó.