Las observaciones con el instrumento Gemini Planet Imager revelaron un patrón complejo de variaciones en brillo y polarización alrededor del disco de polvo y gas que rodea la estrella HR 4796A.

Anillos densos y estrechos de cometas se juntan para formar planetas en al menos tres sistemas solares lejanos, según ha descubierto un equipo de astrónomos con datos de dos telescopios de Nasa. La estimación de la masa de estos anillos a partir de la luz que reflejan demuestra que cada uno de estos planetas en evolución tiene por lo menos el tamaño de unas pocas Tierras, según Carey Lisse.

Durante las últimas décadas los científicos han descubierto varios sistemas jóvenes que tienen discos de escombros con anillos exteriores delgados pero brillantes, compuestos de cuerpos cometarios, a entre 75 y 200 unidades astronómicas de sus estrellas progenitoras (entre 2 y 7 veces la distancia de Plutón a nuestro Sol). La composición del material de estos anillos varía entre ricos en hielo (observado en los sistemas de las estrellas: Fomalhaut y HD 32297) a deficitarios en hielo pero ricos en carbono (el sistema HR 4796A).

Los investigadores están especialmente intrigados por el anillo de polvo rojo que rodea a HR 4796A, que parece inusualmente estrecho para tratarse de un sistema solar en su infancia. Lisse achaca el color extremadamente rojo a restos orgánicos rocosos quemados de cometas, resultado de la cercanía del anillo a la estrella, cuyo calor los habría consumido. Los investigadores no observan un anillo de polvo rojo en Fomalhaut o HD 32297, sino el polvo comentario azulado normal que contiene hielos, debido a que los anillos de estos sistemas se hallan suficientemente lejos para que sus cometas estén fríos y estables.

Tras descartar otras posibilidades debido a la falta de gas primordial circunestelar en estos sistemas, Lisse y sus colaboradores han atribuido la compactibilidad de la estructura a múltiples cuerpos en crecimiento que están recogiendo material por dentro de los anillos. “Los cometas que choquen contra las superficies de estos planetas en crecimiento levantarían grandes nubes de polvo que se desplazarían con rapidez, esparciéndose por el sistema creando nubes enormes”, comenta Lisse. “La única solución aparente a estos problemas es que hay múltiples miniplanetas formándose en estos anillos, y que estos cuerpos pequeños, con velocidades de colisiones bajas, están modelando anillos con estructuras estrechas, de modo muy parecido al proceso en el que muchos de los anillos estrechos de Saturno son dibujados y delineados”.