Un hincha argentino que pretenda ir a ver la final de la Copa Libertadores entre Boca y River a Madrid el próximo 9 de diciembre necesitaría, al menos, una decena de salarios mínimo, vital y móvil previsto para 2019 por la economía de la Argentina.

Según la cotización que diferentes agencias de viajes ya realizaban daban un monto superior a los 100 mil pesos, entre el vuelo, la estadía y el ingreso al estadio «Santiago Bernabeu», escenario de la revancha.

> Te puede interesar: River y Boca jugarán la final de la Libertadores el 9 de diciembre en España

El primer paso es el aéreo, que si bien cuenta con conexiones directas hasta el aeropuerto de Barajas, provoca los precios más elevados.

Así, hay opciones entre los 86.000 y los 100.000 pesos, mientras que las alternativas más baratas incluyen escalas y con varias horas de duración.

En ese sentido, se pueden conseguir pasajes a partir de los $48.638 y hasta 65 mil pesos.

> Te puede interesar: Las sensaciones de los rosarinos por la final frustrada entre River y Boca

Entre las opciones de alojamiento, obviamente, las alternativas más económicas son los hostels, que parten desde 990 pesos, de acuerdo al tipo de habitación. En caso que sean habitaciones o departamentos, se pueden conseguir entre $1,673 a $2,951 para dos personas.

Hay oportunidades más caras, como un hotel cuatro estrellas, ubicado en el centro de Madrid, a seis minutos del Museo Nacional Reina Sofía, donde el precio en habitación base doble es de $3.977.

Otra propuesta más cerca del Santiago Bernabéu es Residencias Urban, que está ubicado a 1 kilómetro del estadio.

Cuesta $ 4.996 una habitación triple con patio, cocina compartida y recepción 24 horas, al igual que un hotel.

> Te puede interesar: Lo más destacado sobre la final entre River y Boca

Según anunció el Gobierno de la Nación en septiembre pasado, el salario mínimo, vital y móvil (SMVM) en la Argentina supera apenas los 11 mil pesos.

Entonces, cómo mínimo, un argentino que reside en el país necesitaría una decena de salarios para poder armar su viaje a Madrid y seguir su pasión, la que los violentos le «robaron» en dos oportunidades.