MARTES, 03 DE DIC

Cuando el ajuste lo pagan los más vulnerables: el Gobierno nacional cortó los medicamentos para el cáncer

Tratamientos que estaban garantizados por el Estado fueron suspendidos por el Gobierno de Javier Milei. Distintos testimonios muestran la cara más brutal del ajuste, el sálvese quien pueda en su versión más cruel.

Por Guido Brunet

Tener cáncer y no recibir el tratamiento adecuado a tiempo, ¿qué puede ser más desesperante que eso? Semanas luego de asumir el Gobierno nacional, interrumpió en el funcionamiento de la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (Dadse), que otorga medicamentos para pacientes oncológicos, enfermedades crónicas discapacitantes y patologías agudas urgentes que carecen de cobertura de salud.

Los remedios son de entrega gratuita, sin embargo, desde el comienzo de la gestión de Javier Milei se denunciaron gran cantidad de demoras en la entrega de los mismos. De acuerdo a organizaciones que trabajan en el sector, son más de cien los pacientes que se encuentran aguardando que le lleguen sus medicamentos en la actualidad. Personas vulnerables en todo sentido, sin cobertura médica y con una enfermedad que puede ser terminal, a quienes el Gobierno les da vuelta la cara.

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Según explicaron desde Capital Humano, cartera que contiene a la dependencia, lo que hicieron fue suspender la disposición 1/2016 que establece las condiciones de contratación de las empresas que proveen los medicamentos y abrir nuevamente un concurso de proveedores.

Pero en el medio está, literalmente, la vida de la gente. Tal es así que dos personas resultaron víctimas fatales de la decisión de la actual administración. Uno de los casos fue el de Camila Gutiérrez, una joven de Villa María (Córdoba) que falleció al no recibir la droga necesaria para su tratamiento (temozolomida), un medicamento que tiene un valor de casi un millón de pesos.

El de Camila no fue el único caso, ya que semanas atrás, Aldo Javier Pinto, oriundo de Salta, falleció hace unas semanas mientras, también esperaba su tratamiento. Por su lado, el ministro de Salud Pública de Salta, Federico Mangione, ya había denunciado que al menos 20 pacientes oncológicos estaban sin cobertura.

Débora Bosco, presidenta Fundación Solidaridad Cáncer Argentina

La presidenta de la Fundación Solidaridad Cáncer Argentina, Débora Bosco, en diálogo con Conclusión, ratificó la dramática situación: “Desde diciembre los pacientes vienen reclamando la falta de tratamientos. El 5 de febrero cerró la Dadse, a los dos días abrió nuevamente, los pacientes van, llevan la documentación, pero no hay nadie que lo firme, así que no se pueden hacer las compras para que llegue el tratamiento. Ni siquiera responden el teléfono”.

La dirigente dio cuenta del abrupto cambio en las prestaciones desde que asumió el nuevo gobierno, ya que “hasta diciembre podían seguir el tratamiento de forma normal”. A principios de marzo se realizó una reunión con el ministro de Salud de Nación Mario Russo en la que -según reveló Bosco- el funcionario se comprometió a comunicarse con los pacientes para retomar los tratamientos. Pero, hasta el momento la promesa no se cumplió.

Para intentar lograr la restitución de los medicamentos, hay varios pacientes que presentaron recursos de amparos, y desde las diferentes entidades afirmaron que seguirán reclamando audiencias al ministro de Salud.

Demoras…

Desde el Ministerio de Capital Humano reconocieron una demora en la entrega de medicamentos que adjudicaron a la detección de “irregularidades” en el procedimiento de selección de proveedores para la adquisición de “costosos productos farmacéuticos destinados a pacientes oncológicos y con diversas patologías graves y crónicas”.

Mario Russo, ministro de Salud de Nación

“Si había algo que estaba mal, que se investigue, pero tenés que dejar trabajando a alguien para solucionar esto porque estas familias no pueden esperar”, remarcó Bosco sobre el pretexto del Gobierno.

Sin embargo, sobre el funcionamiento de la oficina, la referente aseguró que “nunca noté ninguna irregularidad”. Por el contrario, detalló que “los pedidos pasaban por una serie de auditorías. A veces se solicitaban estudios, y había que esperar un tiempo. No es que te daban la medicación automáticamente. Tenían que aprobarlo. Había que pasar un proceso”.

En el mismo sentido, más de cien organizaciones de pacientes con enfermedades poco frecuentes, crónicas y diferentes tipos de cáncer enfatizaron que el Gobierno no puede ajustar a las personas con enfermedades graves o a los niños en tratamiento oncológico” y exigieron de manera “urgente” la medicación luego de que fuera interrumpida “repentinamente”.

Más de 60 días sin gestión, sin presupuesto, sin licitaciones, sin entregas, sin movimientos en los expedientes de las y los pacientes”, denuciaron. Y enfatizaron: “Dicho trámite (de auditoría) nunca debió generar la suspensión de la entrega de medicamentos a los pacientes, el curso de sus expedientes, ni tampoco las licitaciones y los pedidos de presupuesto para las compras nuevas”.

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Algunas de las organizaciones que firmaron el petitorio fueron: Asociación de Dermatitis Atópica, Esclerosis Múltiple Argentina, Asociación Argentina de Fibrosis Quística, Trasplantados de Argentina. Además, señalaron que “hay 88 pacientes, como mínimo, del programa federal Incluir Salud que necesitan su medicación urgente y el Gobierno nacional se las cortó de forma repentina, y 37 de la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (Dadse)”.

Comunicado contra el corte de medicamentos para enfermedades graves by Conclusión TV on Scribd

Recorte inhumano

Celeste Quintana tiene linfoma de hodgkin diagnosticado en 2019. Necesita cuatro ampollas cada seis semanas de pembrolizumab, una droga que tiene un costo de 7 millones de pesos por cada dosis.

Celeste Quintana, presentó un recurso de amparo, pero el Gobierno apeló

La joven de 32 años, oriunda de la localidad bonaerense de Quilmes, lo dice claramente: “Como yo no tengo obra social, esta medicación la conseguía por medio de Dadse”. El 30 de noviembre del 2023 presentó los papeles en la dependencia. En enero de este año tenía que realizarse una quimioterapia, pero todavía está esperando la medicación.

La joven es estudiante de Historia y Bibliotecología de la UBA y realiza su procedimiento médico en el Hospital de Clínicas, dependiente de esa casa de altos estudios. “Tuve varios tratamientos de quimio y un autotransplante de células madres. Como es crónico, tengo que estar en tratamiento constante”, insiste la joven en diálogo con Conclusión.

No estamos haciendo licitaciones ahora, llamá en quince días-, le decían cuando consultaba. Pero Celeste no puede esperar, por lo tanto, en febrero presentó un recurso de amparo, que salió a su favor, pero el Ministerio de Salud apeló. A pesar de esto, la Justicia ordenó la entrega de la medicación, lo que hasta el momento no se cumplió. “La verdad es que es muy agotador y frustrante tener que pasar por esto y seguir sin soluciones”, expresó su angustia la joven.

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Rodolfo Lera, de 56 años, procedente de Coronel Dorrego (sur de la provincia de Buenos Aires) tiene diagnóstico de melanoma, cuyo tratamiento comenzó en septiembre; en diciembre debía iniciar una segunda etapa, pero no obtuvo respuesta por parte de la Dadse.

Rodolfo Lera, paciente en la espera de su tratamiento

Es imposible que podamos acceder por nuestra cuenta. Nos dicen que está en presupuesto, pero no tenemos más respuestas”, reclamó la esposa del hombre, Natalia, en contacto con este medio. La medicación tiene un costo de $7.000.000.

Rodolfo debía hacer los trámites en la oficina de la Dadse en Tres Arroyos, pero la misma fue cerrada por el Gobierno nacional y hasta ahora no han sido derivados a ningún otro lugar. “No tenemos adonde dirigirnos porque no te dicen nada”, comentó Natalia. “Estamos a la espera, es terrible, no sabemos qué hacer”, cerró la mujer.

La respuesta de la Dadse en ambos casos fue la misma, que “está en presupuesto” y que se comuniquen en otro momento.

En cuanto a la dramática espera, Débora Bosco manifestó: “Esta enfermedad no solamente te afecta física, sino también emocionalmente. Entonces, estar con la angustia de no saber qué va a pasar, le va haciendo mucho daño a la persona. La gente lo único que quiere es vivir. Esperamos que esto se solucione pronto. La enfermedad no tiene bandera política, nos puede tocar a todos. No importa de qué partido sea cada uno”.

¿Dónde quedó la -desde ya inverosímil- promesa del presidente de que el ajuste lo pagaría “la casta”? ¿Acaso la casta son los enfermos de cáncer, los jubilados, los docentes, los trabajadores? Las cientos de personas que esperan y desesperan por un tratamiento para su enfermedad son la muestra en carne y hueso de lo que pasa cuando un balance de Excel tiene más importancia que, incluso, una vida. El superávit por sobre todas las cosas…

 

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