Martín Miguel Juan de la Mata de Güemes Montero Goyechea y la Corte, o simplemente Güemes, nació en Salta el 8 de febrero de 1785. Pertenecía a una familia noble y adinerada. Cursó sus estudios primarios en su ciudad natal, alternando la enseñanza formal con el aprendizaje de las labores campesinas en las fincas militares. A los 14 años, se incorporó como cadete de la Compañía del Regimiento Fijo de Infantería de Buenos Aires, dando inicio a una brillante carrera militar que fue fundamental en las guerras por la independencia.

En 1805, fue trasladado a Buenos Aires donde actuó heroicamente durante las Invasiones Inglesas, por lo cual fue premiado y ascendido.

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Durante 1810, al servicio de la causa revolucionaria, se desempeñó eficazmente al mando de un Escuadrón Gaucho en la Quebrada de Humahuaca. El 7 de noviembre batió a los realistas en Suipacha, único triunfo de los ejércitos patriotas en el intento de recuperar el valioso territorio altoperuano.

Cuando el Ejército Argentino fue derrotado en Huaqui (junio de 1811), el General Güemes escoltó a su Jefe, Juan Martín de Pueyrredón, a través de la selva oranense y contribuyó a salvar los caudales de la Ceca de Potosí, que estaba en poder de los realistas.

En 1814, al hacerse cargo del Ejército, el general José de San Martín le encomendó el mando de la Avanzada del Río Pasaje (hoy llamado Juramento porque, en sus márgenes, Belgrano hizo jurar la obediencia a la Asamblea del Año XIII cuando se considera que nació como símbolo patrio de los argentinos la bandera celeste y blanca) iniciando la Guerra Gaucha. Jujuy y Salta habían sido ocupadas por Joaquín de Pezuela. Tras siete meses de asedio, debió regresar al Alto Perú.

Al año siguiente, derrotó completamente al poderoso ejército invasor al mando de Pezuela en Puesto del Marqués, luego del cual el pueblo y el Cabildo lo aclamaron Gobernador de la Intendencia (integrada entonces por las ciudades de Salta, Jujuy, Tarija, Orán y distritos de campaña).

En junio de 1816 el director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, debido a la lamentable situación en la que se encontraba el Ejército Auxiliar, le encomendó “la defensa de las Provincias Unidas y la seguridad del Ejército Auxiliar del Alto Perú” que se encontraba en Tucumán reorganizándose después de ser derrotado en Sipe Sipe. Entonces, las milicias gauchas al mando del heroico salteño pasaron a desempeñarse como ejército en operaciones continuas, al servicio de la Patria.

Fue el primer gobernador de la provincia de Salta, aunque le fue difícil ser reconocido como tal. Durante su gobernación, siguió librando batallas contra el resto de las tropas realistas posteriores a la independencia.

El 6 de junio, José María Valdez ocupó la ciudad de Salta. Güemes fue herido por una bala en el combate de resistencia. Al ser hemofílico, su herida nunca cicatrizó y murió diez días después, el 17 de junio de 1821, a los 36 años de edad.

Sin su tenacidad y la de sus “gauchos infernales”, las tropas lideradas por José de San Martín no podrían haber concretado la independencia de Chile y su plan de atacar a Lima por la vía del Pacífico.  Sin el porfiado accionar del caudillo salteño, otra hubiera sido la historia.

Protector y padre de los pobres

El lugar en el que creció marcó su infancia y, probablemente, es lo que definió el resto de su vida. Pasaba largas temporadas en la finca de su familia, en estrecho contacto con los trabajadores campesinos, con la tierra y con la geografía que lo rodeaba. Ese profundo conocimiento de los hombres y sus necesidades, y del suelo que defendería, fue la génesis del lazo y la confianza mutua con los gauchos que se unieron a sus tropas, años después, y que lo convirtieron en un líder fundamental de las guerras de independencia y en el primer gobernador salteño elegido por asamblea popular, sin intervención de Buenos Aires.

El compromiso del líder salteño fue, sobre todo, con los humildes, algo que nunca le fue perdonado.

Cuando fue elegido gobernador, en 1815, creó el “fuero gaucho”, a partir del cual libera de pago de arriendo y condona deudas de ese origen a quienes peleaban en las guerrillas y estipuló una especie de “reforma agraria”, para repartir tierras incautadas a los españoles y “malos americanos” (los que estaban contra la independencia o era indiferentes).

También, para financiar la guerra, incautaba fondos, animales y propiedades y cobraba impuestos a las clases acomodadas, lo cual lo enfrentaba cada vez más a un poderoso sector social del cual él renegaba y que consideraba muy peligroso que los sumisos gauchos comenzaran a pensarse y comportarse como ciudadanos iguales.

El injusto y triste final, de un líder revolucionario

Odiado por gran parte de la élite salteña, fue traicionado y baleado un 7 de junio de 1821. Güemes, luego del frustrado intento del Cabildo de Salta por destituirlo el 24 de mayo de 1821, advierte que era peligroso permanecer en la ciudad y se instala en el campamento de Velarde (próximo a Salta). El 7 de junio vuelve a la ciudad y Macacha le informa que han sido visto movimientos de hombres armados en dirección a Salta. Güemes desestima la información y permanece en la ciudad donde en horas de la noche fue sorprendido por una partida realista. Herido de bala, huye junto a sus fieles guachos hacia la quebrada de la Horqueta, donde muere en un catre, a la intemperie, luego de agonizar de manera atroz durante diez días.

En 1999 el Congreso de la Nación Argentina declaró el 17 de junio como el Día Nacional de la Libertad Latinoamericana mediante la Ley 25.172, y desde 2016, se incorporó esta fecha como feriado nacional y día no laborable en todo el territorio nacional (Ley 27.258).