Dos médicas mendocinas fueron condenadas por la muerte de Guadalupe Codes, quien tenía 9 años y falleció en 2015 por mala praxis. Además, el Hospital Español y el jefe de servicio de Hemoterapia de esa clínica de la capital de Mendoza deberán pagarle 10 millones de pesos a los padres de la niña.

Se trata de las médicas del Hospital Español, Viviana Bacciedoni, de 56 años y Andrea Piatti, de 41, quienes fueron condenadas este miércoles por el Tribunal Colegiado integrado por los jueces Agustín Chacón, Diego Lusverti y David Mangiafico.

En el caso de Piatti, el tribunal la condenó a 2 años de prisión de ejecución condicional y 5 años de inhabilitación para el ejercicio de la medicina, como autora del delito de homicidio culposo.

En tanto, Bacciedoni recibió una pena de 2 años y 6 meses de prisión de ejecución condicional y 6 años de inhabilitación para ejercer la medicina, también por haber sido encontrada autora del delito de homicidio culposo, informaron voceros judiciales.

Asimismo, la resolución indica que ambas deberán presentarse semestralmente ante la Oficina de Promoción del Liberado y comparecer a todas las citaciones a las que sean notificadas.

Trascendió que el tribunal hizo lugar a la demanda civil realizada por la familia de la menor, por lo cual las médicas, el Hospital Español y el médico Francisco del Río, jefe de servicio de Hemoterapia de esa clínica deberán pagarle $10 millones a la madre y padre de la niña.

Las dos llegaron al debate oral acusadas por la muerte de Guadalupe, y durante los alegatos, la fiscal Andrea Lazo había solicitado 9 años para Bacciedoni y 8 para Piatti, por el delito de homicidio simple con dolo eventual.

En tanto, que el abogado de la familia, Pablo Cazabán había solicitado para Bacciedoni 5 años de prisión y para Piatti 4 años y 6 meses de cárcel, por el delito de homicidio culposo, señalaron allegados.

Guadalupe Codes falleció el 20 de noviembre de 2015 en el Hospital Notti luego de haber permanecido en coma inducido varios meses.

El 27 de agosto de ese año, la niña estaba internada en el Hospital Español, donde recibía tratamiento para la leucemia, y fue allí que una médica le habría suministrado vincristina de forma inadecuada.

La niña quedó paralizada tras recibir en la médula ese medicamento, el que debería haber sido suministrado por vía endovenosa. Fue trasladada al Notti y allí permaneció en coma inducido, internada en terapia intensiva y aislada, finalmente murió.