Por: Jennifer Hartkopf

Cada día estamos menos dispuestos a pasar frío. Queremos andar menos abrigados, nos gustan las casas más calefaccionadas y nos encantaría poder estar en manga corta en pleno invierno. Por su lado, los sistemas de calefacción se han ido perfeccionando cada vez más y la oferta en esta época del año es bastante amplia.

Sin embargo, ¿cuáles son los riesgos de los equipos de calefacción?; ¿cómo prevenimos la intoxicación por monóxido de carbono?; ¿qué cuidados hay que tener con la instalación de las estufas?; las estufas, ¿son peligrosas? Conclusión habló con especialistas y te brinda todas las recomendaciones.

«En principio, lo que hay que saber es que todo artefacto debe ser colocado por un gasista matriculado, bajo ciertas normas de seguridad, para evitar la emisión de gas y de monóxido de carbono», señaló a Conclusión el gasista Leonardo Boscaglio (Mat. 41526).

«Luego, -prosiguió- debemos tomar la precaución de realizar un control, un mantenimiento de la estufa mínimo una vez por año, en lo posible previo al invierno, así para esa época que es cuando más se usa, la estufa esté en adecuadas condiciones», advirtió el profesional.

Al respecto, explicó que durante el año las conexiones se pueden dañar, a pesar de que las llaves de paso estén cerradas: «Hay que controlar, porque si se golpearon las conexiones cuando vuelve a abrirse la llave de paso puede existir alguna pérdida. A su vez, -agregó- los quemadores tienen que estar limpios porque eso genera más monóxido de carbono y envicia el ambiente«.

Para tener en cuenta dijo que es fundamental «que la llama de la estufa sea color azul, ya que si es de color naranja algo está funcionando mal; se está perdiendo demasiado monóxido de carbono», indicó Boscaglio.

Otro factor que el gasista mencionó como ‘síntoma’ de mal funcionamiento fue el de «paredes negras o con manchas en el lugar donde está instalado el artefacto de calefacción», para lo que recomendó «tener sí o sí ventilaciones en el ambiente. Que nunca quede todo herméticamente cerrado», dijo para concluir.

Por su parte, Iris Coletti (Mat. 12.843), médica clínica consultada por Conclusión dijo que entre las precauciones a tener en cuenta a la hora de entrar a un lugar calefaccionado «no hay que desabrigarse demasiado, más vale bajar la calefacción. En un hogar, es preferible que la estufa este baja, sólo para acondicionar el ambiente, y que la persona esté un poco más abrigada; es mejor que tenga puesto un pulóver a que ande en mangas cortas con la estufa al máximo».

Sobre los síntomas que causa la intoxicación dijo que el más común es el dolor de cabeza, pero también se puede sentir fatiga; malestar; debilidad; náuseas; vómitos; irritabilidad; somnolencia; hipotensión (presión baja).

Respecto a qué hacer si creemos estar intoxicados dijo que «lo primero es salir del lugar donde se produjo la intoxicación y lograr aireación. Luego debemos llamar al centro de emergencia para recibir lo antes posible oxígeno en altas concentraciones, para que este gas ocupe el lugar del monóxido en el cuerpo de la persona intoxicada».

¿Qué es el monóxido de carbono?

Es un gas tóxico, incoloro, inodoro, no irritante y que resulta de la combustión incompleta de productos carbonados, como ser la estufa.

Al ingresar en nuestro organismo, este gas ocupa el lugar del oxígeno en nuestra hemoglobina, por lo cual deja a la sangre sin la posibilidad de ofrecerle oxígeno a nuestros tejidos, generando la intoxicación.