Por Alejandro Maidana

La dolorosa realidad de los pueblos considerados <sacrificables> por las corporaciones mineras, transita un nuevo capítulo. El poder político oficiando de garante de la entrega y el ecocidio, la voracidad extractivista afianzando su paso arrollador. Rancias promesas de progreso que solo aseguran devastación para los propios, y bolsillos llenos para los ajenos. Las fumigaciones del agro y el saqueo contaminante de la minería a gran escala, actividades esenciales de una realidad que se separa de manera deshumanizante de la salud y la vida.

Cualquier variedad de extractivismo, con mayor o menor presencia estatal, termina en profundos impactos sociales y ambientales. Si bien no toda actividad minera puede ser considerada <extractivismo>, ya que la extracción de roca y tierra para la construcción, es decir, para el mercado local, no ingresa en la definición ya que no se exporta.

Las vulneraciones a derechos como la consulta y el acceso a la información, el derecho a un ambiente sano y a la calidad de vida, se suceden de manera sistemática cuando la actividad se ve interpelada. Las violaciones de derechos suele oficiar de moneda de cambio para todos aquellos que enfrenten el saqueo y la contaminación, la persecución a líderes ciudadanos, espionaje y seguimiento ilegal, sumado a la criminalización de la protesta, ofician de arietes para quienes buscan desactivar un legítimo reclamo.

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Chepes, cuyo nombre completo es Villa de Nuestra Señora de Limpia Concepción de Chepes, es una pequeña ciudad localizada en la región de los llanos Sur de la provincia de La Rioja, Argentina, cabecera del departamento Rosario Vera Peñaloza. Chepes, que en voz araucana significa <gente amiga>, contiene a poco más de 11.000 habitantes que deben luchar con asiduidad, contra la falta de agua debido a las crisis hídricas que azotan la región.

Luis Frías es profesor de historia y miembro activo de la Asamblea ciudadana del sur de los llanos que surgió a principios del 2020 por una avanzada minera de la empresa canadiense Ultra Resources, que cuenta con la mayoría de sus accionistas de origen chino. En una minuciosa charla con Conclusión, brindó detalles sobre la cruda realidad que debe atravesar un lugar acorralado por actividades condicionantes para la vida en todo su esplendor.

La asamblea nace con la intención de frenar un avance que se viene sucediendo de manera solapada por parte de esta empresa minera. “El alerta nace después del otorgamiento de 13 licencias que abarcaban algo así como 30 mil hectáreas entre las localidades de Chepes y Ulapes, esta última perteneciente al departamento San Martín. Nos encontramos ubicados al sur de los llanos riojanos, y junto a otros departamentos estamos involucrados en esta resistencia, ya que existe un mapa con 50 minas con potencial para explotación. Es allí cuando tomamos conciencia de nuestra situación y damos el paso de organizarnos como asamblea”.

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La zona se caracteriza por los escases de lluvia, estamos entre los 200 y 300 mm anuales, nuestra región año tras año sufre de emergencias hídricas

Chepes es un pueblo que está dividido por el ferrocarril, una postal que se replica a lo largo y ancho del país. “Este lugar siempre se ha caracterizado por el extractivismo de nuestra madera, de la leña. Tenemos al menos 10 corralones que llevan adelante una tala indiscriminada de árboles, toneladas de los mismos, que luego son llevados a Mendoza entre otras provincias. Cabe destacar que también contamos con una molienda que se dedica a la extracción de poleo, en este último tiempo han adquiridos máquinas que pueden arrasar con un campo entero en solo cuestión de horas. Sumado a esto, tenemos una granja porcina, que hoy suma un proyecto de ampliación para convertirse en megagranja. Pero esto no es todo, debemos indicar que la zona se caracteriza por los escases de lluvia, estamos entre los 200 y 300 mm anuales, nuestra región año tras año sufre de emergencias hídricas, nada se ha hecho para mejorar nuestros días, para poder contar con este vital elemento.

Este año hubo meses que no contamos con una gota de agua en nuestros tachos, no teníamos ni para consumo

Esto no solamente afecta a quienes moran en zonas urbanas, la ruralidad es quién también padece los demoledores impactos de las crisis hídricas. “Este año hubo meses que no contamos con una gota de agua en nuestros tachos, no teníamos ni para consumo. Lamentablemente muchos pequeños productores en esos meses de sequia, no pudieron producir absolutamente nada debido a la escases de lluvias, que está íntimamente ligada a la furibunda deforestación que se ha llevado adelante en la zona.

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La verdad que nos cuesta muchísimo poder acceder a la información, ya que las Secretarías de Ambiente y Minería  nunca acercaron las mismas

Un pueblo que no tiene acceso a la información y que busca acceder a la misma de manera insistente. Secreto a voces que se cocina a espaldas de la ciudadanía y que esconden un negocio para pocos. “Otro de los aspectos que impulsó el origen de la asamblea, fue el avance minero de la Ultra Resources, si bien existían antecedentes previos de explotación de oro y cobre en la región, éstas se dieron a mediados del siglo pasado. Debido a que la existencia de mapas y planos dejaban ver lo lugares de explotación, decidimos agruparnos para solicitar informes y poder presentar proyectos alternativos al proyecto minero. La verdad que nos cuesta muchísimo poder acceder a la información, ya que las Secretarías de Ambiente y Minería  nunca acercaron las mismas”.

¿Por qué debemos seguir encerrados mientras ellos siguen avanzando?

A mediados del año pasado, más precisamente en el mes de agosto, la empresa anunció que había realizado extracciones para realizar análisis que terminaron por arrojar que hay un 94% de minerales en cada piedra extraída. “Por ello solicitamos en aquel momento la información de quién había autorizado eso, acto seguido exteriorizamos nuestra preocupación, solicitando pedidos de informes que nunca llegaron. Por ello comenzamos a brindar conferencias de prensa para alertar a la población de este avance a espaldas del pueblo. Es en ese momento en donde sacan un nuevo comunicado que informa la incorporación de 60 mil hectáreas más, entonces es ahí donde nosotros decimos ¿por qué debemos seguir encerrados mientras ellos siguen avanzando? Es preciso destacar que a principios del año pasado realizamos una masiva movilización que buscó dejar en claro que la minería en Chepes no tiene licencia social, sin embargo ellos continuaron con su oscuro avance mientras nosotros permanecíamos encerrados”.

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Nos juntamos unas 300 personas generando un impacto mediático aceptable, pero lamentablemente no pudimos empujar a que se motorice tanto compromiso social como el gubernamental

Con anclaje en la emergencia hídrica que se profundizó en los meses de noviembre y diciembre del 2020, se conformó una asamblea muy transversal, ya que en la misma se encontraban las asambleas de los pequeños productores, la de los comerciantes, y la del sur de los llanos contra la minería contaminante. “Es por ello que decidimos conformar una gran asamblea a la que denominamos <Unidos por el agua>, con el objetivo de solicitar soluciones al tema del agua. Debo decir que la problemática continuó con su camino al igual que las falta de respuesta estatal, por eso decidimos manifestarnos. Nos juntamos unas 300 personas generando un impacto mediático aceptable, pero lamentablemente no pudimos empujar a que se motorice tanto compromiso social como el gubernamental. Al ver que las soluciones no llegan, que a los proyectos se los lleva el viento, decidimos mantenernos unidos como asamblea, y solicitarle al Concejo Deliberante de Chepes que detenga todo tipo de obras que no tenga que ver con las soluciones hídricas”, concluyó Frías.

En esta región el conocimiento sobre este tipo de extracciones es muy básico, y los intentos de concientización a nivel ciudadano no tienen el impacto deseado. Debido a eso los asambleístas de Chepes decidieron solicitar colaboración a quiénes dieron una estoica batalla en Famatina y Chilecito, quiénes rápidamente se pusieron a disposición acercando información, consejos y equipos técnicos.

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Chepes, un terruño riojano que se planta ante la abominable deforestación, las granjas porcinas y el avance de los pulpos mineros. Una nueva demostración de que es el pueblo quién debe otorgar las licencias, y no los gobiernos entre gallos y medianoche. El agua nuevamente en el eje del debate, ese vital elemento que ya cotiza en bolsa y que en un sitio con una profunda crisis hídrica, pretenden hipotecarla dando muestras claras que el capitalismo sin extractivismo, no puede consolidarse.

Si bien el sentimiento de soledad gana terreno, éste lejos está de debilitar una resistencia que crece desde el pie empuñando el estandarte de la dignidad. Mientras que los <representantes> del pueblo ofician de adláteres de los intereses mineros, entregando el futuro de uno de los tantos territorios denominados <sacrificables>, el pueblo consciente resiste. “Los llanos no se venden”, gritan quienes peinan canas; “tomar agua nos da vida, tomar conciencia nos dará agua”, repite de manera altisonante la juventud que está dispuesta a no canjear su futuro, por augurios que huelen a tima.