Por Federico Morel

El cannabis, conocido comúnmente como marihuana, es una planta que ha sido motivo de debates, luchas sociales y discusiones variadas a través de la historia de la humanidad. Pero, ¿por qué se criminalizó este cáñamo con propiedades curativas? ¿Por qué no se regula el consumo y el uso de sus cualidades medicinales? ¿Cuál es el motivo por el que sigue siendo una planta ilegal?

Los humanos han cultivado desde tiempos prehistóricos esta planta por sus numerosos usos: como fuente de fibra textil, para extraer el aceite de sus semillas, como planta medicinal — hay registros escritos sobre este uso que datan de 2737 a.C. — y  como psicotrópico y herramienta mística y espiritual.

Su fibra tiene usos variados, incluyendo la manufactura de vestimenta, cuerdas y para obtener pasta de papel. El aceite de sus semillas —los cañamones— que no contiene cannabinoides, se puede usar como combustible y alimento. Las semillas enteras o los restos que quedan tras la extracción del aceite, se usan como alimento para mascotas y para el ganado.

Dentro de las cualidades físicas y químicas que posee esta milenaria planta, contiene un componente fundamental para la salud del ser humano: el CBD.

Para conocer a profundidad sobre este componente de la planta de cannabis y los usos posibles, Conclusión dialogó Facundo Durán, Técnico Superior en Agroindustrias de la Alimentación, Técnico Universitario en Control y Producción de Alimentos, y militante por el uso correcto de la planta, quien hizo una reseña histórica y explicó detenidamente de qué trata este componente.

Dentro de la historia cannábica, ¿qué podés decir del CBD?

El CBD es uno de los tantos componentes que tiene el cannabis, que fue aislado hace relativamente poco en lo que es la historia de la química, pero que ya empieza a demostrar sus beneficios. Por lo general, se habla de THC y es por eso que se demoniza la planta por sus efectos psicoactivos, pero recordemos que el CBD no presenta este efecto, con lo cual su utilidad y seguridad está más que garantizada. Si pensamos en términos históricos, el origen de la planta que se remonta a milenios, se puede encontrar que hay más presencia de este componente que de THC. Por momentos cuando las distintas comunidades humanas que se iban trasladando para buscar alimentación encuentran en esta planta, que estaba en las riveras, en los cañaverales, la posibilidad de resolver muchas de las problemáticas que le presentaba día a día, por ejemplo, encontraron fibra, aceite, alimentación y también lo que es la salud, se consumía de manera habitual el cannabis para mantener la salud. También utilizaban el formato recreativo-espiritual para cada uno de sus encuentros. En esa planta, mayormente estaba el CBD y muy poco el THC.

Actualmente, ¿por qué se habla más de THC y no tanto de CBD?

Creo que es mucho más fácil criminalizar una planta que tiene el THC porque tiene un efecto psicoactivo, porque se genera una alteración de la conciencia. Por supuesto que es el paradigma de la prohibición que no estamos de acuerdo y que a puesto bajo cárcel a muchísimos cultivadores, usuarios y militantes. El CBD no es servil al sistema, a un sistema farmacéutico que hoy tiene una de las mayores producciones económicas del mundo: la farmacológica. Entonces, si en 1900, EEUU le pagaba a sus “farmers” o cultivadores para que cultiven el cáñamo del cannabis para utilizar la fibra en la ropa, en los aislantes, en los materiales combustibles reemplazando al algodón, ¿por qué ahora la política es otra? Hay que hacer un poco de revisión histórica, ver los diferentes presidentes que hubieron, los distintos tratados mundiales que han ido haciendo que se prohíba el cannabis.

¿Cuáles son los componentes del CBD que benefician la salud? ¿Porque hace bien?

Primero, se está estudiando que a medida que se combina el CBD con el THC u otros cannabinoides, se da un componente de sinergia, es decir que se multiplica. Entonces, por sí solo el CBD tiene aplicaciones que resultan buenas a la salud: es antiflamatorio, tiene acciones antitumorales, relajantes, reguladores del ciclo del sueño para el descanso, anticonvulsionante. En fin, muchísimas utilidades en la salud. Pero cuando se combina con el THC, el efecto es multiplicador. Como cuando se lo combina con el terpenos de las plantas se produce lo que se llama efecto Séquito, el cual se está estudiando los múltiples beneficios que tiene. En sí, todos los cannabinoides funcionan activando dos grupos esenciales de sistemas endocannabinoides dentro del cuerpo humano. El sistema CB1 que va a funcionar dentro del sistema nervioso central y el sistema CB2 que va a activar el sistema inmunológico. Y es de ahí que nosotros vemos el efecto positivo del CBD solo o combinado. Por eso decimos que cuando solo se presenta un solo componente del cannabis, es cuando menos beneficios tiene. Cuando se combinan todos los componentes de la planta, hay un sistema regulado dentro del sistema endocannabinoide, que favorece los efectos positivos en la salud.

El CBD, ¿es fundamental para una mejor calidad de vida?

Por supuesto. De hecho se esta buscando nuevas variedades que tengan mayor predominancia de CBD. Normalmente, por las cruzas que se han tenido en la década de los 60 y los 70, las plantas que hoy se conocen y se encuentran tienen mayor predominancia de THC. Pero a medida que los bancos europeos que producen semillas van descubriendo la utilidad del CBD por el uso propio de los pacientes y a través de la construcción que tienen con los médicos y las universidades, y a través de los distintos estudios que se hacen, se está buscando una predominancia mayormente con CBD por su efecto somático, con lo cual hay nuevas variedades que se producen y que son muy preciadas para aquellos cultivadores que buscan en la medicina del cannabis y el uso medicinal.

¿Cómo es la relación actual del Estado argentino con el CBD?

El Estado no toma exclusivamente el CBD, sino que toma la planta únicamente. Habla de cannabis medicinal y no específica componentes. Está prohibido por la ley 27.373, que es la ley de estupefacientes que prohíbe el uso del cannabis en su artículo 4, pero no prohíbe el CBD exclusivamente. Hoy por hoy la ley que se aprobó en año 2017, lo que busca es avanzar sobre el estudio científico sobre el cannabis medicinal. En el Garrahan se está buscando pacientes para trabajar donde se ha desarrollado un protocolo nuevo. Por supuesto que esto es bajo lista. Hoy no hay un programa, por ejemplo, de autocultivo que este habilitando al argentino a cultivar. Sí han salido programas o proyectos individuales de ONG que van acompañando a las distintas grupalidades, es el caso de Mamá Cultiva o Las Madres que cultivan. Acá en Rosario, AUPAC que a sido acompañada por otras ONG y han salido recursos de amparo para la utilización. Por eso que la Nación revoca estos recursos de amparo.

¿A quién beneficia esta revocatoria?

Claramente no es un beneficio que proteja a las madres o a los niños que son usuarios o a quien padece una patología. A ellos no los beneficia. Hay que preguntarse quien se beneficia con estas prohibiciones.

A habido casos donde médicos y madres han solicitado a las obras sociales este componente, en forma de aceite. Hay algunas que no puede sostener los costos. ¿Que opinión te merece esta situación?

Tiene que ver con que no es privativo porque no hay una ley nacional que lo ampara. Tenemos por lo menos tres registros. El primero en 2016 en Chubut, en la obra social Zerox, acá en Santa Fe a finales de 2016 con la Ley 13602, que se reglamentó en 2017 en IAPOS, donde ya hay una lista abundante de pacientes que se benefician con esta ley para la importación de productos con cannabis y en Río Negro que salió hace relativamente poco una regulación. Yo creo que las obras sociales provinciales tienen que ir a la cabeza de este reclamo, pero todos los seguros médicos deberían acompañar porque tienen que ver con un beneficio para el paciente, para el usuario y que, lamentablemente, hoy estamos viendo que recurren al recurso clandestino o una vía que no es legal y entonces no saben que están consumiendo. Una forma de saber que están consumiendo es utilizar el protocolo que se aprobó en la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario, donde hay un convenio donde los pacientes llevan sus muestras y se pueden enterar de que componentes cannabinoides tiene y su concentración. Pero eso resuelve solo al coyuntura, no hay una normativa donde diga que las obras sociales pueden acompañar a sus pacientes en la utilización de ese medicamento, que realmente le cambia la vida, no les cura la patología pero si le modifica la realidad de la vida, no solo al paciente sino a toda la familia.

Como militante, como profesional y como persona ¿qué esperas al respecto de la utilización del CBD en el caso de que sea tratado?

Lo que uno espera en realidad es que el Estado Nacional acompañe lo que son políticas de salud, porque la salud es un derecho. Lo que uno espera es que, mínimamente, las obras sociales puedan tener un amparo legal para poder acompañar a los pacientes en el reclamo de la compra y el uso de productos con CBD o cannabis en general. Yo espero que se normalice. Hoy por hoy hay un ejemplo en la normativa en la provincia de Santa Fe que se aprobó en la cámaras de senadores y de diputados y es un ejemplo a seguir que esperamos que se pueda sostener. Hay mucho camino por recorrer y que tiene que ver con la conciencia de lo que es la salud. Esperemos que en breve se apruebe y se legisle y que las obras sociales puedan tener el amparo que se merecen para poder acompañar a sus pacientes.